Cerro San Cristóbal
Cerro San Cristóbal
Angus Laurie

El otro día un bus se desbarrancó bajando la avenida Alameda de los Bobos del cerro San Cristóbal. Según las noticias, la Municipalidad de Lima usó su cuenta de Twitter para culpar a la Municipalidad del Rímac. Ellos, como respuesta, informaron que el cerro San Cristóbal pertenece a la Superintendencia de Bienes Estatales, que por su parte respondió que la propiedad fue transferida a la Municipalidad de Lima hace unos años.

En vez de ver este accidente como una llamada de atención para hacer el camino que sube al cerro más seguro y, a la vez, consolar y buscar repuestas para las familias que han perdido a sus seres queridos, nuestras autoridades públicas empezaron una por una, como cangrejos en un balde, a jalar hacia abajo al otro, culpándolo del incidente.

Los accidentes pasan y hay que aprender de ellos para poder preverlos. Quizás una barrera de seguridad o un muro de contención pudo evitar el accidente. Estos se ven en otros países en lugares donde una pista se acerca a un precipicio.

En todo caso, este accidente también es una lección que ha puesto en evidencia, una vez más, la falta de claridad que se tiene sobre qué entidad tiene la competencia y responsabilidad sobre los temas urbanos en nuestra ciudad. La Municipalidad de Lima ha otorgado el permiso para la operación de la empresa Green Bus, dueños del vehículo que se accidentó. La Municipalidad del Rímac, sin embargo, tiene la responsabilidad sobre las calles locales, incluyendo la Alameda de los Bobos. La fiscalización del tránsito está dividida entre el distrito, la provincia y la policía.

Esto es solamente otro ejemplo que muestra que todos y nadie tienen responsabilidad sobre la ciudad. La división de competencias es tal que, en paralelo, hay varias entidades públicas en el ámbito nacional, provincial y distrital que autorizan u operan el transporte público en Lima. Solamente en el ámbito provincial hay múltiples entidades con la responsabilidad de dar autorizaciones para rutas, como Pro Transporte, la Subgerencia de Regulación del Transporte de la GTU y la Gerencia General de Transporte Urbano del Callao.

Son los distritos los que tienen mayor responsabilidad por el diseño de las calles, pero todavía existen zonas en Lima donde las pistas carecen de pavimento y veredas. En algunos distritos, las barreras de seguridad vial son solamente uno de los elementos de una larga lista de necesidades insatisfechas.

En otras ciudades existe una sola autoridad de transporte que asume todas las responsabilidades del transporte y movilidad. En cambio, para funcionar, nuestro sistema depende de la capacidad de múltiples autoridades y de que puedan trabajar juntas y coordinar entre ellas para lograr proyectos complicados. Lo que podemos ver claramente, no solamente a partir del accidente en el San Cristóbal, sino también por el caos generalizado que vivimos diariamente en nuestra ciudad, es que las autoridades no tienen ningún interés en este tipo de gestiones.

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