En cinco años el Gobierno creó 31 distritos nuevos en el Perú
En cinco años el Gobierno creó 31 distritos nuevos en el Perú
Jorge Falen

Ahuayro (Apurímac), Río Magdalena (Ayacucho) y Cielo Punco (Cusco). Estos son los nombres de tres nuevos distritos cuyas solicitudes de creación fueron presentadas ayer por el Ejecutivo al Congreso.

Durante la gestión del gobierno saliente, el Parlamento, a pedido del Ejecutivo, ha aprobado la creación de 31 distritos. Durante el mandato de Alan García se crearon solo cuatro, igual que en el gobierno del ex presidente Alejandro Toledo.

Carlos Carpio, abogado especialista en temas municipales y de derecho administrativo, señala que el reciente fenómeno ha surgido como una respuesta del gobierno a las peticiones de la población y no como una verificación de requisitos poblacionales y geográficos.

“Es una actitud de complacencia que surge ante la impotencia de atender las necesidades de la población. Es una suerte de canje en sustitución a la imposibilidad de ejercitar el principio de autoridad o para ganar votos en una próxima elección”, opina Carpio.

—Ventajas y dificultades—

¿Qué alienta a una determinada localidad a convertirse en distrito?

Según Carpio, la insatisfacción de los intereses o necesidades básicas de los vecinos son las causas más comunes de separación entre distritos. 

La  posibilidad de obtener autonomía –ya sea política, urbanística o administrativa–, así como la facilidad de administrar recursos propios o recibidos del Gobierno Central, son las principales aspiraciones de las poblaciones que formulan los petitorios de ‘independización’ al Ejecutivo.

“Cuando los centros poblados se convierten en municipalidades, pasan a ser unidades político-administrativas, nuevas instancias de gobierno legitimadas por el voto de sus poblaciones”, señala Ángel Delgado, especialista en derecho municipal de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP).

Sin embargo, las ventajas y facultades administrativas que otorga la simple creación de un distrito no guardan, necesariamente, un correlato con la realidad. Los nuevos distritos deben tener los recursos suficientes para funcionar y las habilidades técnicas para administrarse eficientemente.

Si bien la sola creación supone la posibilidad de ejecutar políticas para su desarrollo, normalmente no cuentan con el financiamiento adecuado. “Algunos distritos están ubicados en zonas rurales donde no pueden  cobrar  impuestos como el predial o la alcabala, por lo que suelen depender de las transferencias del Tesoro Público a través del Foncomun”, opina Delgado. 

Por otra parte, Carpio agrega que no existe una relación directa entre la creación de un distrito y el nivel de satisfacción de sus habitantes. Para el abogado, la solución pasa por mejorar la administración de los distritos ya existentes o la agrupación de aquellos con necesidades o recursos complementarios. 

“Por más distritos que se creen, si estos no son administrados con una gestión profesional y eficiente, si no expresan homogeneidades  geográficas o un nivel mínimo de cohesión de sus pobladores, están condenados a la extinción o la anexión a algún otro”, concluye.

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