Corredor azul: dificultades y desorden en paradero final
Redacción EC

 

Desde hoy, los buses del tienen su paradero final ya no en la avenida Armendáriz, sino en el cruce de las avenidas 28 de julio y Larco. Sin embargo, El Comercio comprobó el desorden y las dificultades que tienen las unidades en ese sector de , así como la desinformación de parte de los usuarios.

En el cruce de 28 de julio y Larco se apreció lo difícil que es para los buses azules doblar a la izquierda para realizar el recorrido de vuelta hacia el Rímac. Para que los vehículos puedan hacer el giro se tuvo que romper una isla o sardinel que había en la pista y que obligaba a los conductores a doblar hacia la derecha.

Una vez que ingresan a Larco, los buses azules tienen que circular por un carril señalado por conos naranjas. Sin embargo, esta vía también es usada por los demás buses tradicionales.

(Video: Rosa Aquino / El Comercio)

Otra situación que se apreció es que los buses azules dejaron bajar en la cuadra 8 de Larco a pasajeros, pese a no ser paradero autorizado. Además, esa zona solo es intermedio entre el paradero final y el inicial, que está en la avenida Benavides.

También se vio cómo los buses azules tienen que cruzar una ciclovía, semáforos no sincronizados y pasajeros desinformados sobre los cambios.

(Video: Rosa Aquino / El Comercio)

Hasta el lugar llegó el ex alcalde de Miraflores y candidato a dicho sillón municipal por Vamos Perú, Manuel Masías. Él consideró que la ubicación del paradero final del corredor azul es inadecuada. 

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