El malecón de San Miguel aumentó su valor por metro cuadrado en más de 16 veces

Un cambio de rostro

Una de las primeras cosas que llaman la atención al llegar al malecón de San Miguel –formado por las avenidas Costanera y Bertolotto– es un edificio de más de 15 pisos con un cartel enorme que dice: “Único con aisladores sísmicos”. Luego, uno se percata de que la escena se repite a lo largo de la zona, con edificaciones nuevas, o por construir, que tienen o tendrán no menos de diez pisos.

“Antes –hace unos 15 años– el metro cuadrado en la Costanera valía US$150, hoy en día cuesta entre US$2.000 y US$2.500. En Bertolotto, el metro cuadrado está ahora US$2.500″, dijo a El Comercio Juan José Guevara, alcalde de San Miguel.

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De acuerdo con el funcionario, solo en el 2021, la inversión privada para la construcción de viviendas en esas dos avenidas fue de S/200 millones.

Para Ricardo Arbulú, gerente general de Ciudaris S.A., este cambio en la Costanera y Bertolotto no solo se debe a su ubicación frente al mar, sino también a otros cuatro factores: la reducción de los niveles de inseguridad, el mejoramiento de las áreas verdes, la percepción de las familias y su cercanía al circuito de playas, que permite llegar rápidamente a puntos céntricos de la capital.

“Estos factores son una fórmula que permite que esta zona, y las adyacentes, a unas tres cuadras a la redonda, se vayan revaluando. El malecón de San Miguel está en una situación expectante, de transformación. Por eso es necesario que se mantenga el mejoramiento de las áreas verdes, la iluminación, la seguridad y se desarrollen nuevos proyectos”, comentó Arbulú.

Uno de estos proyectos futuros sería un bulevar en la Costanera, informó a este Diario el alcalde Guevara. “Se está trabajando en el desarrollo de un bulevar ecoamigable y bioclimático, el primero en el Perú. Lo estamos haciendo con el apoyo de la empresa privada”, comentó. Según explicó, ya comenzaron las labores de la primera de las cuatro etapas de esta iniciativa.

“La primera consiste en una muestra que abarcará de la cuadra 28 a la 30 de la Costanera. Iniciamos la parte que limita con La Perla porque por muchos años esa zona ha sido muy golpeada por la inseguridad, el desorden y la basura”, dijo.

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Pero la situación no es del todo positiva en la Costanera. Desde que fue inaugurado su malecón, como parte de la gestión de la alcaldesa Susana Villarán, comenzó a presentar grietas. En el 2020, la situación se agravó. Hoy, la obra, que costó cinco millones de soles, es reparada por el Gobierno Regional de Lima Metropolitana y se encuentra en litigio. El motivo detrás de esta falla fue un deficiente estudio de suelos.

Aldo Facho Dede, urbanista y cofundador de la Red Latinoamericana de Urbanistas, opinó que si bien en el malecón de San Miguel se ven ahora edificios altos, densos, y complejos urbanos para muchas personas, no habría un correlato de calidad en el espacio público; es decir, todo lo generado por este ‘boom’ inmobiliario debe también servir para mejorar otras partes del distrito, no solo la que se ubica frente al mar.

“Cuando todos los predios frente al mar se consoliden, se construyan, o el valor sea muy alto, las desarrolladoras empezarán a mirar predios que se ubican atrás, y que tendrán un valor más económico. Y los venderán como propiedades ‘cerca de...’, ‘a dos cuadras de...’. Es lo que sucede en Lima todo el tiempo”, manifestó el especialista.