"Gestión de estacionamientos", por Angus Laurie
"Gestión de estacionamientos", por Angus Laurie
Angus Laurie

Después del desarrollo del Modelo T (modelo de auto Ford) en 1908, el parque automotor de EE.UU. creció drásticamente. Durante la década de los 20, la tasa de crecimiento llegó a ser más de 24% en algunos años. En 1929, había un vehículo por cada 4,6 norteamericanos. En el Perú, había un vehículo por cada 12 habitantes en el 2016.

A mediados de los años 20, las ciudades de EE.UU. estaban ahogadas de vehículos. En esta época, los dueños de los comercios protestaban contra la ocupación perenne de los estacionamientos frente a sus tiendas por trabajadores de oficinas o de fábricas cercanas. Sin la rotación en los estacionamientos, las tiendas estaban perdiendo la posibilidad de negocio. 

Para responder a ese problema, la ciudad de Oklahoma instaló el primer parquímetro del mundo en 1935. En los primeros años de la década del 40, el número de parquímetros en EE.UU. llegó a más de 140.000, según CityLab. Su impacto fue inmediato. Para las tiendas, se logró tener una mayor rotación en las calles comerciales. Para los conductores, fue mucho más fácil encontrar un lugar para estacionar. Para las municipalidades, resultó una fuente importante de ingresos. 

De hecho, en el 2014, Londres y Nueva York recibieron ingresos de US$400 millones y US$650 millones por sus sistemas de estacionamiento público. Después de sumar los datos disponibles del SAT, he calculado que Lima recibió, más o menos, US$1,3 millones en el mismo año. 

Hoy, Lima está ahogada en automóviles. Como respuesta, a partir del 20 de febrero, la Municipalidad de San Isidro llevará a cabo su iniciativa La Calle no es Cochera. Esta es una práctica común en casi cualquier ciudad. Si un auto está mal estacionado, se traslada a un depósito y se cobra una multa. Sin embargo, la municipalidad está saliendo de la práctica común al dar un límite de dos y tres horas para estacionar en la avenida Conquistadores y en la calle Miguel Dasso, respectivamente. La idea es permitir una mayor rotación de autos en apoyo de las tiendas, cafés y restaurantes. 

Este problema podría resolverse de mejor manera con un sistema de cobranza acorde con el mercado –parquímetros por ejemplo–, pero los distritos no pueden establecer tarifas apropiadas. Este poder está en manos de la Municipalidad de Lima. La Calle no es Cochera es en realidad una solución a un problema local que resulta de una política metropolitana de estacionamientos con más de 80 años fuera de fecha y diseñada para llenar la ciudad con autos a través del estacionamiento gratuito. 

Lima necesita una estrategia holística y metropolitana para que el sistema sea más ordenado y justo. Esto desincentivaría el uso del automóvil, apoyaría a las tiendas locales y permitiría tener una importante fuente de ingresos para invertir en un sistema moderno de transporte público como alternativa viable.

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