Fiscalía interviene almacén de la municipalidad de Pasco ante denuncias de una mala distribución de las canastas de víveres. (Foto: Difusión)
Fiscalía interviene almacén de la municipalidad de Pasco ante denuncias de una mala distribución de las canastas de víveres. (Foto: Difusión)
Rodrigo Cruz

Interrogatorios a través de videollamadas, reuniones de coordinación en aplicativos como “Zoom” o “Hangout”, disposiciones administrativas con firmas digitales y salir solo cuando es estrictamente necesario. Los fiscales de las 42 sedes anticorrupción en el país buscan adaptarse a las limitaciones de estos tiempos de pandemia. El resultado: 111 investigaciones abiertas por presuntos casos de corrupción cometidos en estos treinta primeros días del estado de emergencia. Un promedio de cuatro casos por día.

El fiscal superior Omar Tello, coordinador de las fiscalías anticorrupción a nivel nacional, dice que, como a todos, la propagación del coronavirus les tomó por sorpresa: sin un procedimiento estandarizado de cómo actuar bajo estas circunstancias. Sin embargo, nos comenta, deben continuar debido a que “existen malos funcionarios que están al acecho para cometer ilícitos sin importarles la situación en la que estamos”.

En el país existe un promedio de 600 fiscales anticorrupción con turnos rotativos. Los tres casos más frecuentes que han visto en estos últimos treinta días son: el uso indebido de vehículos del Estado, el pedido de coimas por parte de policías para favorecer a los intervenidos y la sobrevaloración en la compra de canastas de víveres destinada a la población más vulnerable.

“Esta pandemia nos ha forzado a que entremos a un mundo virtual y ya los fiscales lo están haciendo en sus investigaciones. Lo que buscamos es que ninguno del equipo se exponga y a la vez seguir siendo eficientes con estas nuevas tecnologías”, dice Tello.

Estos son los casos más frecuentes de corrupción en el primer mes de emergencia al 12 de abril. Hasta el 13 de abril son 111 casos.

Los 111 casos se han reportado en diferentes regiones del país. “Prácticamente todos los departamentos presentan casos”, precisa el fiscal superior. Uno de los más recientes fue la incautación en Ayacucho de medicamentos y equipos de bioseguridad de propiedad del Estado que se ofrecían pese a que su venta está prohibida. La fiscalía intervino, más aún, porque el local que los vendía era de la jefa del área de farmacia del Hospital Regional de Ayacucho, Lidia Paucarhuanca Bendezú, que aprovechó su puesto para conseguir los productos de salud y venderlo a sus clientes.

Ante la declaración de emergencia, las fiscalías anticorrupción iniciaron una campaña preventiva, que incluía una exhortación a los funcionarios, sobre todo municipales, para que actúen de forma transparente. Y en cuanto a la ciudadanía, se difundió un número de Whatsapp para que puedan canalizar sus denuncias.

De esta forma, cuenta Tello, los fiscales recibieron casos como la entrega incompleta de canastas de víveres o que estás fueron compradas con un precio mayor al del mercado. De igual modo, se presentaron denuncias respecto a que estos alimentos básicos se dieron a personas que no estaban en la condición de necesitados. Se trataba, mas bien, de familiares de los funcionarios o miembros del partido político del alcalde. Se estima que hay más de 14 municipios implicados en casos de corrupción en el país.

El fiscal superior Omar Tello lidera las fiscalías especializadas anticorrupción
El fiscal superior Omar Tello lidera las fiscalías especializadas anticorrupción

Pero también hay investigaciones que comprometen millones de soles de los fondos públicos. Como la compra irregular de alimentos (rancho frío) por parte de la Policía Nacional del Perú (PNP) para sus efectivos, la adquisición de mascarillas del Ministerio de Salud (Minsa) con un presunto sobreprecio o los 46 ventiladores mecánicos comprados por el Hospital de Ate.

"El Estado puede tener reservas, indicadores macroeconómicos muy buenos, sin embargo, la población no siente este bienestar de la economía porque existe la corrupción. Y eso es fatal”, dice Tello.

Las limitaciones a nivel de seguridad y logístico del personal fiscal es también una realidad. Varios tienen que comprarse con sus propios medios mascarillas y guantes. Además, en el sistema judicial peruano existe la predominancia de la cultural del papel que dificulta el proceso de cambio al trabajo remoto.

Como consecuencia del estado de emergencia, las investigaciones anticorrupción que estaban en curso fueron suspendidas. Al cierre del 2019, la carga procesal de estas fiscalías eran de 13 mil casos.

Sin embargo, Tello adelanta que se retomarán las acciones de investigación de manera paulatina. “Hay fiscales que están ideando algunas formas para avanzar con sus pesquisas porque tampoco pueden estar en espera tanto tiempo. Este virus no va parar en un mes o dos. Hay que adaptarse”, finaliza.

¿Qué es el coronavirus?

De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los coronavirus son una amplia familia de virus que pueden causar diferentes afecciones, desde el resfriado común hasta enfermedades más graves, como el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS-CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS-CoV).

El coronavirus descubierto recientemente causa la enfermedad infecciosa por coronavirus COVID-19. Ambos fueron detectados luego del brote que se dio en Wuhan (China) en diciembre de 2019.

El cansancio, la fiebre y la tos seca son los síntomas más comunes de la COVID-19; sin embargo, algunos pacientes pueden presentar congestión nasal, dolores, rinorrea, dolor de garganta o diarrea.

Aunque la mayoría de los pacientes (alrededor del 80%) se recupera de la enfermedad sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial, alrededor de una de cada seis personas que contraen la COVID-19 desarrolla una afección grave y presenta dificultad para respirar.

Para protegerse y evitar la propagación de la enfermedad, la OMS recomienda lavarse las manos con agua y jabón o utilizando un desinfectante a base de alcohol que mata los virus que pueden haber en las manos. Además, se debe mantener una distancia mínima de un metro frente a cualquier persona que estornude o tose, pues si se está demasiado cerca, se puede respirar las gotículas que albergan el virus de la COVID-19.

¿Cuánto tiempo sobrevive el coronavirus en una superficie?

Aún no se sabe con exactitud cuánto tiempo sobrevive este nuevo virus en una superficie, pero parece comportarse como otros coronavirus.

Estudios indican que pueden subsistir desde unas pocas horas hasta varios días. El tiempo puede variar en función de las condiciones (tipo de superficie, la temperatura o la humedad del ambiente).

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