Lima: asentamientos y comedores bautizados como los candidatos

Bautizar un asentamiento humano o un comedor popular con el nombre de un presidente, un candidato o uno de sus familiares no necesariamente le ha traído buena suerte a sus moradores. Mientras que los primeros tienen la mirada puesta en Palacio de Gobierno, cuando faltan tres meses para las elecciones, los vecinos de estos lugares enfrentan su propia carrera para sobrevivir en medio de carencias.

Es el caso del AA.HH. Keiko Sofía Fujimori, ubicado en el kilómetro 40 de la Panamericana Norte y fundando un 14 de abril de 1995. Está compuesto por dos mil lotes, una posta médica en abandono, cuatro manzanas con silos colapsados, un albergue incendiado y un asta oxidada cuyo pabellón nacional se extravió hace tiempo. El nombre de la candidata de Fuerza Popular también le da identidad a la única iglesia del lugar. “La idea (de llamarlo como la hija de Alberto Fujimori) era causar simpatía con el gobierno para evitar un desalojo”, confiesa.

La última vez que la ex primera dama asomó las narices por esta porción de desierto en Ventanilla, al norte de Lima, fue hace dos años, en señal de apoyo al representante de su partido que tentaba la alcaldía del distrito. Tuvieron que pasar casi dos décadas desde su creación, la mitad de los calendarios que tiene Keiko Fujimori, para que ocurriera el milagro. Nunca antes y nunca después volvieron a saber de ella.

Otro ejemplo es el Asentamiento Humano Alan García, al sur del Callao, en pleno límite con los Barracones. La miseria que allí se respira desde hace 30 años poco tiene que ver con los conocidos aires de grandeza del ex mandatario y actual candidato de Alianza Popular.

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