Pacientes con VIH aumentaron 11,5% entre el 2010 y el 2014
Pacientes con VIH aumentaron 11,5% entre el 2010 y el 2014

Sin duda, el (virus de inmunodeficiencia humana/síndrome de inmunodeficiencia adquirida) se mantiene como un preocupante problema de salud pública en el Perú y en todo el orbe.

Por eso, en vísperas del Día Mundial de la Lucha contra el Sida –que desde 1988 se conmemora cada 1 de diciembre– incidimos en las altas cifras de personas afectadas, los lugares y poblaciones vulnerables, los factores de riesgo y las acciones de prevención y tratamiento.

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Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde el 2010 al 2014 se han reducido los casos de VIH en un 25,9% en el mundo. No obstante, la cantidad de infectados sigue siendo alta. A finales del 2014 había 36,9 millones de personas infectadas con este virus. Se estima que ese año, unos 2 millones contrajeron la infección y 1,2 millones fallecieron por causas relacionadas con la enfermedad.

Mientras tanto en nuestro país, entre el 2010 y el 2014, el número de pacientes con diagnóstico positivo de esta enfermedad aumentó en 11,5%, según el Ministerio de Salud (Minsa).

Si bien la gravedad de la situación en el Perú y la región no llega a equipararse a la del continente africano, según la OMS, América es el segundo continente con mayor prevalencia de VIH en adultos.

En el país, los grupos más vulnerables al VIH son las mujeres trans, los hombres que tienen sexo con otros hombres (HSH) y los trabajadores y trabajadoras sexuales.

Para el doctor Juan Vicente Guanira, miembro del Consejo Directivo de Investigaciones Médicas en Salud –organización que ofrece servicios de salud para contrarrestar el VIH–, a estos grupos de personas se les considera de alto riesgo: “La prevalencia alcanza hasta más del 30% de mujeres transexuales, entre 15% y 20% de HSH y 2% en el caso de trabajadoras sexuales”.

En los últimos años, el Estado ha hecho importantes esfuerzos para controlar la epidemia y proveer los antirretrovirales de manera gratuita, a través del Tratamiento Antirretroviral de Gran Actividad (Targa). Sin embargo, aún es necesario fortalecer la estrategia de educación y comunicación.   

LOS ORÍGENES
1. En el mundo
Para la gran mayoría, la epidemia se inició a comienzos de los años ochenta con reportes de una extraña enfermedad que afectaba a jóvenes homosexuales en varias ciudades de EE.UU. Sin embargo, existen documentos según los cuales la epidemia se inició en África muchos años antes.  

En un primer momento, el VIH/sida desconcertó a la comunidad médica porque los pacientes presentaban diversos tipos de cáncer y afecciones relacionadas con la vejez al mismo tiempo que no reaccionaban a ningún tratamiento.

En ese entonces, el desconocimiento era tal que en algunos medios como “The New York Times” se denominó a la enfermedad la “peste rosa” o el “cáncer homosexual” y se llegó a decir que era posible contagiar a otras personas través de sudor e incluso picaduras de mosquitos.

Recién en 1986, un equipo de investigadores franceses formado por Luc Montagnier y Françoise Barré-Sinoussi logró asociar la enfermedad con un tipo de retrovirus. En 2008, ambos ganaron el Nobel por sus descubrimientos.

2. En el Perú
El primer caso de sida en el Perú se reportó en 1983 en el hospital Cayetano Heredia. Según el historiador Marcos Cueto, esta enfermedad fue diagnosticada por Raúl Patrucco, profesor e investigador de la misma universidad. Se trataba de un paciente homosexual que había vivido en Nueva York, de donde regresó en 1982. Para Patrucco, en 1986, la reacción en los médicos generó desconcierto.

Tres años después del primer diagnóstico, el Minsa formó la Comisión Multisectorial de Lucha contra el Sida con el objetivo de desarrollar campañas de prevención.

En 1996, a partir de una conferencia internacional llevada a cabo en Canadá, se propone el Targa. Este tratamiento ha permitido que miles de personas portadoras del VIH puedan llevar una vida tan normal como la de una persona que no lo tiene.

LUGARES VULNERABLES
La gran mayoría de casos de VIH/sida se encuentra en Lima. Sin embargo, si nos detenemos a analizar los números y tomamos en cuenta el tamaño de la población, nos percatamos de que la incidencia de personas con el virus es mayor en la selva. Actualmente, en Madre de Dios, por ejemplo, hay casi 24 casos de sida por cada 10.000 personas. Le siguen Loreto, Tumbes y San Martín.

Esta realidad se debe, en gran medida, a que en las zonas alejadas hay menos información sobre VIH y sida.

Según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) del 2014, la proporción de mujeres que desconocía sobre el VIH es 11 veces superior en las áreas rurales que en las urbanas.

En el caso de los hombres, según una Endes exclusiva para varones realizada en el 2008, solo el 58,5% de los encuestados de áreas rurales conocía del VIH, a diferencia de Lima Metropolitana, donde casi el 100% había escuchado hablar del VIH/sida.

Para el doctor Guanira, es importante tener en cuenta que “la edad de inicio sexual es menor en la selva que en la costa, y no hay servicios que aborden a los jóvenes y los adolescentes pues solo hay información adecuada en las grandes ciudades”.

Además, hay una fuerte correlación entre el nivel de ingreso y el conocimiento sobre el VIH/sida. Según la Endes 2014, el 14,2% de las mujeres encuestadas de menos recursos desconocían sobre VIH/sida, a diferencia de las más afortunadas, dentro de las cuales solo el 0,1% no había escuchado de la enfermedad.

Un estudio de la Universidad Cayetano Heredia que buscaba comparar mujeres VIH positivo y sin diagnóstico arrojó que las afectadas tenían menores ingresos en promedio.

POBLACIONES VULNERABLES
1. Hombres que tienen sexo con hombres (HSH)
Según Eduardo Gotuzzo, director del Instituto de Medicina Tropical Alexander von Humboldt, la relación entre hombres y mujeres infectados en el Perú es de 3 a 1. Acorde con el Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC por su siglas en inglés), ello se explica en parte por la mayor incidencia de VIH en la comunidad homosexual y el riesgo que involucra el sexo anal.

A decir del CDC, tener relaciones sexuales anales es el tipo de relación sexual de mayor riesgo para contraer o contagiar VIH, por la cantidad de fluidos corporales involucrados y la alta probabilidad de rasgaduras en el pene o el recto.

El Minsa precisa que en el 2010, el 56% de los nuevos casos de transmisión de VIH correspondía a hombres que tenían relaciones con otros hombres (HSH).

2. Mujeres Transgénero
Son aquellas personas que habiendo nacido con sexo masculino, su identidad de género es femenina. De acuerdo con Guanira, ellas son el grupo poblacional más afectado por el VIH/sida, pues adicionalmente a los factores de riesgo debidos al acto sexual, sufren una gran carga de estigma y discriminación que impide que accedan a servicios de prevención y atención.

3. Trabajadoras sexuales
Según el CDC, el trabajo sexual es altamente riesgoso debido a que el uso de condones puede ser irregular.

PREVENCIÓN
1. Uso de condones
El CDC indica que el uso de este tipo de preservativos es “muy efectivo” para prevenir el contagio de enfermedades de transmisión sexual (ETS) incluido el VIH. Sin embargo, según la ONG Apropo, el 60% de los jóvenes peruanos no utiliza condón al tener sexo.

2. Despistaje
En diciembre del 2014, el doctor Carlos Benites Villafane, coordinador de la Estrategia Sanitaria de Prevención y Control de ITS y VIH/sida del Minsa, declaró que se estimaba que había 65.000 peruanos con VIH, pero solo la mitad tenía diagnóstico.

El tema de fondo es que uno de los elementos más importantes para la lucha contra la epidemia del VIH es conocer si una persona está o no infectada lo antes posible, pues según su estatus se pueden establecer estrategias de prevención combinadas que incluyen tanto el uso de condón como el de antirretrovirales.

Para Benites, si bien no hay estándares sobre cuántas veces se tiene que realizar la prueba, para las poblaciones de riesgo se recomienda cierta periodicidad (mínimo cada 6 meses). Si no se está dentro de este grupo, dependería de si la persona ha incurrido en una conducta riesgosa.

Actualmente existen pruebas diagnósticas que dan resultados en 30 minutos (pruebas rápidas), las cuales se realizan con una gota de sangre o con un poco de saliva. Estas pueden aplicarse en diferentes establecimientos públicos y privados.

3. Bancos de sangre
La transfusiones de sangre implican el riesgo más alto de contagio. En el 2007 se tuvieron que declarar en emergencia los bancos de sangre del país a raíz del contagio por VIH de un menor de edad en el hospital Daniel Alcides Carrión del Callao. También se dio a conocer el caso de 30 pacientes con insuficiencia renal que fueron contagiados con hepatitis C a raíz de transfusiones.  

Uno de los problemas es que no existe una adecuada cultura de donación en nuestro país. Esto no solo se traduce en que las donaciones son bajas (solo 0,5% de peruanos donan sangre, cuando la OMS asegura que la cifra debería estar en 2%), sino que mucha gente no es rigurosa en las declaraciones que hace. Esto es peligroso, ya que es importante que los médicos puedan tener información certera sobre, por ejemplo, la cantidad de parejas sexuales que se ha tenido en el tiempo.

*Con la colaboración de Elody Malpartida y Diego Villarán

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