Trabaja en Palacio de Gobierno y tiene un rosario de denuncias

Max Alberto Chunga Medrano es jefe del Área de Transportes de Palacio de Gobierno, un cargo e influencias que ha utilizado, según sus denunciantes para cometer un rosario de delitos. Chunga Medrano es acusado de apropiarse de una vivienda, de golpear a una mujer y hasta de usar de forma indebida los vehículos de la presidencia.

Jorge Nakata Shinzato, un peruano de origen japonés de 64 años es una de las víctimas de este funcionario de Palacio de Gobierno. Un informe de “Cuarto Poder” narró la pesadilla de Nakata Shinzato, que adquirió una casa en el Rímac cuando estaba residiendo en Japón. Pensaba vivir de sus rentas junto a su esposa y decidió alquilar la propiedad.

Como Nakata Shinzato no estaba en Lima puso la casa a nombre de su cuñada. La alquiló durante varios años y sin ningún problema hasta que a inicios del 2013 conoció a Max Chunga y a su esposa Mirtha Galarreta. 

Los seis primeros meses de contrato trascurrieron sin problemas, por ello se renovó el alquiler por un año más. Poco antes de cumplirse este plazo, Chunga dejó de pagar y le comunicó al dueño que no continuarían con el contrato.

“A mi apoderada le mandó una carta en la que le decía que cómo alquilo una casa que no era de mi propiedad, que le devolviera la plata que había pagado o me denunciaba penalmente”, dice Nakata Shinzato.

Max Chunga y su familia viven hace doce meses, prácticamente gratis y ahora Jorge Nakata debe demostrar que esta casa es suya. 

Pero eso no es todo. Los vecinos de Chunga han tenido más de un enfrentamiento con este sujeto. Además, aseguran que hace uso de vehículos de Palacio de Gobierno para amedrentar a las personas. Uno de ellos, la camioneta gris de placa EGJ946.

AGRESIÓN
Pero Chunga tiene experiencia en ese tipo de asuntos, según informa “Cuarto Poder” él y algunos familiares se apropiaron de una casa en Surco hace 7 años. Lo peor de todo es que el hombre agredió brutalmente a Ana María Fayffer, dueña original de la vivienda. “He tenido que operarme dos veces de la columna y he gastado 60 mil soles”.

La casa ha ido pasando de familiares en familiares y hoy siete años después Ana María Fayffer no puede recuperarla formalmente.

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