En la tumba del cantante ‘Chacalón’ es usual encontrar a personas que dejan arreglos florales. El lugar se ha convertido en un espacio de reunión para sus seguidores. (Foto: Alessandro Currarino / El Comercio)
Jorge Malpartida Tabuchi

Cada vez que Mérida Reynoso visita los nichos de sus padres en el cementerio El Ángel, también deja una flor en la tumba de Lorenzo Palacios, ‘Chacalón’. Ella aún no olvida al músico que la hacía bailar en las pachangas de su juventud. “Era una bella persona, siempre cercano a su público”, dice frente al mausoleo del Faraón de la Cumbia que fue enterrado aquí en junio de 1994, en una multitudinaria ceremonia.

La tumba de ‘Chacalón’ sigue siendo una de las más visitadas en este camposanto ubicado en Barrios Altos. Los guardianes cuentan que todos los días llegan visitantes que luego de dejar arreglos florales y globos tararean una de sus canciones de amores tristes y empeños provincianos.

También es usual encontrar ofrendas en el sepulcro de Lucha Reyes. Sobre el mármol de la sepultura de la cantante criolla hay una rosa y una fotografía en la que luce sonriente. Juan Carlos Rivas, trabajador del cementerio, dice que cada 31 de octubre, cuando se recuerda la muerte de la Morena de Oro, viene gente con cajón y guitarra y arman una jarana en su memoria.

El sepulcro de Lucha Reyes siempre recibe ofrendas de visitantes. Es uno de los mejor cuidados. (Alessandro Currarino / El Comercio)
El sepulcro de Lucha Reyes siempre recibe ofrendas de visitantes. Es uno de los mejor cuidados. (Alessandro Currarino / El Comercio)

500 mil

cuerpos aproximadamente están enterrados en El Ángel. En el 2017 se construyeron 800 nichos más.

Metros más allá luce mucho más solitaria la tumba de Augusto Ferrando, quien gracias a su “Trampolín a la fama” descubrió a decenas de artistas y se convirtió en un ídolo de masas. El robo hace unos años de la cruz de mármol de su sepulcro es un símbolo del olvido en el que ha ido cayendo su figura a casi dos décadas de su partida.

—Esencia cultural—
El Ángel se inauguró en 1959 durante la presidencia de Manuel Prado. Se construyó debido a que el cementerio Presbítero Maestro ya estaba al límite de su capacidad. El investigador Marco Antonio Capristán, especialista en recorridos históricos por Lima, explica que este camposanto se convirtió en el más importante de la ciudad durante la segunda mitad del siglo XX.

Fue la última morada de artistas, intelectuales y políticos como Chabuca Granda, Sebastián Salazar Bondy, Ricardo de Jaxa Malachowski, Honorio Delgado y Ramiro Prialé. “El Ángel también tiene un carácter popular y provinciano debido a que su construcción coincidió con la masiva migración de esos años”, añade Capristán.

Una muestra de ello es que muchos de los pabellones tienen nombres de imágenes de los Andes como el Señor de Muruhuay o Señor de Ayabaca. Y los responsos frente a los nichos, antes que frías y silenciosas ceremonias, son rituales en donde la música y el baile ayudan a disipar el dolor. 

Más información
- La Sociedad de Beneficencia de Lima Metropolitana, adscrita a la comuna, es la encargada de administrar este cementerio.

- Según su personal, tienen dificultades para cuidar las tumbas debido a la gran extensión del recinto que tiene un total de 29 hectáreas.

El periodista y escritor de “Lima la horrible” murió a los 41 años. (Alessandro Currarino / El Comercio)
El periodista y escritor de “Lima la horrible” murió a los 41 años. (Alessandro Currarino / El Comercio)

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