Personas desaparecidas: ya son 226 casos en lo que va del año
Personas desaparecidas: ya son 226 casos en lo que va del año
Enrique Vera

La vida de la vendedora ambulante (39) estuvo signada por la misma estela de terror que en los últimos dos años fulminó el destino de al menos siete mujeres. Su cuerpo fue hallado la semana pasada en una fosa de dos metros, cavada cerca del predio que compartía con quien la apuñaló al cabo de varios meses de latigazos emocionales, en Jicamarca, . Tenía una semana de desaparecida.

En mayo del 2013, cuando la policía encontró el cadáver de la adolescente Marjorie Keiko V.S. al fondo de un hoyo, en Villa María del Triunfo, había cumplido 20 días como persona perdida. Los casos de , primera concursante de “El valor de la verdad”, y de la , también han marcado la brutal estadística reciente en torno a desapariciones de mujeres. Y un macabro patrón.

La tarde del último sábado, el profesor (67) salió de la Universidad Agraria La Molina y al parecer llegó manejando su camioneta hasta el cerro San Cosme, en La Victoria. Hasta hoy no se sabe de él. La historia reciente en casos de hombres no habidos da cuenta de dos finales opuestos: El 16 de diciembre del 2013 tras dos años de búsqueda, el ingeniero Luis Balmelli fue hallado muerto en una zona arqueológica de Huarochirí. En Canto Rey, cuatro años después de que su madre lo perdiera de vista en un mercado, un . Todo ese tiempo permaneció oculto ahí.

Entre enero y diciembre del 2013, 1344 desapariciones se denunciaron en todas las comisarías y divincris del país. Del total, 768 fueron mujeres y 576, hombres. En el 2012, 900 correspondieron a mujeres y 675 a hombres. Un año antes, en el 2011, la cifra de mujeres perdidas también fue largamente superior: 764 sobre 539. 1711310. La página web que recoge estas denuncias presentadas ante la PNP revela además que en lo que va del año (un mes y 21 días), se ha reportado ante la policía 119 desapariciones de mujeres y 107 de hombres. Solo en la capital se producen al día entre tres y cinco desapariciones.

La División de Personas Desaparecidas toma, de todas las ocurrencias registradas por las distintas dependencias policiales, a las que son consideradas de “alta dificultad”, es decir, cuando involucra a una persona perdida en días que cumplía una rutina normal y tenía una vida emocionalmente estable. En palabras del coronel PNP Alberto Papuico, jefe del citado departamento policial, son los casos de gente con arraigo (trabajo fijo y familia) que no tenía por qué desaparecer.

El oficial traza una línea en ese sentido: el 80% de desaparecidos regresan “de una u otra forma y para ello son persuadidas sus amistades y la familia”, el 18% son los de alta dificultad que tardan en resolverse y un 2% los que toman años para solucionarse y siempre implican daños.

“Si Personas Desaparecidas asume una búsqueda es porque puede haber en la desaparición algún tipo de delito, sobre todo si son personas vulnerables como ancianos y niños. Investigamos para saber si hay otra implicancia delictiva criminal”, puntualizó a este Diario.

La mayor recurrencia en Personas Desaparecidas concierne actualmente a mujeres de entre 18 y 28 años, según Papuico, pero también a adolescentes. No obstante, existe un factor gravitante en torno a los jóvenes que facilita su hallazgo: las cuentas de Facebook y la cercanía a su círculo íntimo que ello posibilita. El tema en cuanto a mujeres desaparecidas es siempre más complejo y sombrío.

En cuanto a hombres adultos, una de las principales barreras a las pesquisas tiene que ver con la reserva que el desaparecido haya tenido de su vida para con su entorno. El jefe policial detalló que cuando esa característica se presenta la búsqueda depara tareas intensas y prolongadas. Tal misterio enmarca los últimos pasos de Leoncio Ruiz Ríos, el decano de la facultad de Pesquería cuya pista sigue escudriñando la lupa de esa unidad.

MUJERES: DESAPARICIONES Y FEMINICIDIOS

Una investigación de la Defensoría del Pueblo arrojó que la gran mayoría de desapariciones en mujeres está relacionado con asesinatos y trata de personas. La comisionada de los Derechos de la Mujer de esa institución, Patricia Sarmiento, informó a El Comercio que el primero de los rubros –feminicidios- incluye a víctimas de edades están en el rango de 18 a 45 o 50 años y cuya mayor incidencia se ha producido en los departamentos de Lima, Junín, Puno, Ayacucho y San Martín.

“El rango coincide con la etapa en que se inician las relaciones de pareja o se pasa a la formación de una familia. Los casos se dan porque en la relación de pareja el tema de la violencia llega al punto en que la mujer llega a ser asesinada. Sobre todo, cuando esta decide cortar una relación convulsiva”.

La constante, precisó Sarmiento, es que casi en la totalidad de los casos de muerte el asesino busca desaparecer los indicios del crimen y rechazar de plano las sindicaciones. A juicio de la especialista, este tipo de situación deriva siempre en una confesión sincera dentro del proceso penal, que permite al inculpado una sanción débil. “El mensaje a la sociedad es que no es tan grave el homicidio y la desaparición, y que si aceptas la culpa se puede rebajar la pena. Hubo muchos avances a nivel normativo pero si tienes operadores de justicia que no lo saben aplicar, estos casos de desaparición continuarán”, sostuvo.

En su despacho del centro de Lima, la congresista María Luisa Cuculiza, autora del proyecto de ley sobre feminicidios que se aprobó en el 2012, recibe los lunes y miércoles a mujeres "psicológicamente destruidas" y golpeadas en busca de socorro. Llegan de los conos pero también de sectores altos y medios, dice. Saben que también pueden quedar marcadas por la fatalidad y eso las mueve hacia el auxilio, pero “no pueden dejar la vida de maltratos”.

“No hay apoyo posterior a la denuncia y tienen que regresar a sus casas. Esas son las potenciales víctimas de muerte, las que desaparecen y terminan enterradas”.

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