"El Estado policíaco que Urresti propugna", por Raúl Castro
"El Estado policíaco que Urresti propugna", por Raúl Castro
Redacción EC

Tomarse en serio el seguimiento a y el cerrarle todo espacio posible para su desarrollo como movimiento subversivo, es imperativo. Pero en dicha estricta vigilancia es imposible incluir, sin hacer el ridículo, la investigación a la obra de teatro “La Cautiva”.

La obra –en escena hasta diciembre en el teatro de Larcomar– trata sobre una joven mujer muerta en una morgue y cuyo cuerpo es asediado por soldados que buscan profanarlo. En un acto de compasión, sin embargo, el operario del lugar se apiada de ese cuerpo inerte y se propone salvarlo: una fantasía ocurre entonces en la mente del protagonista.

Las referencias al Perú de la época del terrorismo, a la insania de y al accionar brutal de las Fuerzas Armadas en su intento por combatirlo, conmocionan profundamente al espectador hasta hacerle sentir de nuevo viejas heridas.

Por ello, y por su impresionante trabajo dramatúrgico y teatral, fue considerada una de las mejores obras del 2014 no solo por la crítica sino también por el  público que llenó las butacas durante toda su temporada. Ni una sola queja, ni una denuncia de algún espectador ofendido u alarmado por sentirse frente a una apología del terror o un acto de insurgencia.

¿Qué de sedicioso creen ver en esta obra el ministro del Interior, Daniel Urresti, la Dirección Nacional contra el Terrorismo y el procurador antiterrorismo del gobierno?
Según el reporte policial, los cánticos y vivas a Sendero Luminoso escenificando “las loas a sus cabecillas y fundamentos ideológicos” no dejan dudas de su orientación proterrorista. De su supuesto análisis de la ficción teatral se deduce una “subliminal” intención de ensalzar a los alzados en armas. 

Lo que se está escenificando en la realidad es la enésima intentona del ministro de desplegar técnicas mediáticas para justificar el Estado policiaco que quiere instaurar. Su maña es sencilla: 1. Identifica a un enemigo común, mejor si este amenaza la tranquilidad pública. 2. Acusa y polariza. 3. Arrógate el superpoder para liderar su combate.

Urresti sabe que con su 46% de aprobación, más el temor que tiene el país por la inseguridad ciudadana, habrá mucha gente que respaldará sus medidas invasivas a las libertades individuales y la carta blanca represiva que busca validar.

¿Cómo entender si no el atrevimiento intimidatorio que tuvo con los jóvenes manifestantes de la ley ‘pulpín’ cuando amenazó intervenirlos y pedir identificación cuando marchen? ¿Cómo tomar la detención arbitraria de un practicante de fotografía de El Comercio solo por realizar tomas en un espacio público? ¿Cómo asumir su expresión: “La policía tiene derecho a realizar todas las investigaciones que quiera”?

Lo característico de un Estado policiaco es crear miedo en la gente. Es inventarle enemigos a un supuesto “sistema de control” que un gobierno desorientado y en caos intenta vanamente transmitir. Ministro: concéntrese en combatir la delincuencia y deje de hacer el ridículo, que con Belaunde Lossio ya probó que puede llegar a extremos vergonzosos. 

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