Cerro San Cristóbal
Cerro San Cristóbal
Redacción EC

Mientras esperaban que las ambulancias llegaran al la tarde del último domingo, los vecinos del asentamiento humano de Villa Fátima, ubicado a pocos metros del accidente, se movían entre los escombros del bus desbarrancado y los heridos que gritaban de dolor. Los videos que registraron el fatal instante muestran también la impotencia de muchos de ellos: querían ayudar, pero no sabían cómo.

Nancy Espinoza –madre de siete niños– estuvo en el momento en que su vecino rescató a un bebe de 11 meses; ella lo tomó en sus brazos.

Minutos después, un bombero le alcanzó a otra criatura, de un año y siete meses, y con ambos subió a la ambulancia. Antes de partir, le encargaron también a Jeremías, un niño chileno de 10 años, quien le pidió que no soltara su mano. “No, hijito, no te voy a soltar. Vamos a orar”, le dijo Nancy para calmarlo. Luego, el vehículo de auxilio partió hacia la Clínica Internacional. Los deudos de las víctimas llegaron ayer a la Morgue Central de Lima, para la dolorosa identificación de sus familiares. El Ministerio de Salud confirmó que son nueve los fallecidos.

Alfonso Malásquez Ruiz, de 48 años, perdió a su madre, Eladia Ruiz, de 63 años. El día de la tragedia, él visitó a su hermana, quien también estuvo en el bus y que estaba internada en el hospital Loayza. Alfonso no le pudo confesar que doña Eladia había muerto. Sobre el accidente, su hermana, que trabaja como profesora de inicial en un colegio de Pachacámac, solo le contó que todo sucedió muy rápido. Ayer, luego de los trámites para retirar el cuerpo de su madre, Alfonso no pudo contener el llanto al verla en un ataúd.

—Tragedia familiar—
En el vehículo de la empresa Green Bus también viajaban los seis integrantes de una familia de Ate. Una semana atrás, habían celebrado la construcción del segundo piso de su casa. Luego les cayó una mala noticia: Defensa Civil cerró temporalmente el Mercado de Productores de Santa Anita, donde tienen un puesto.

Ya que por mucho tiempo el trabajo les impidió disfrutar de un paseo familiar, el último domingo Lizandro Condori Cahualla y Celia Ambrosio Roque fueron con sus cuatro hijos al Centro de Lima.

Los seis abordaron el bus que mató al mayor de los hijos, Alexander Condori, un estudiante universitario de 18 años.

—Identificación—
Al cierre de esta edición, los cuerpos de los ciudadanos chilenos Oswaldo Enrique Encina Fernández y Johana del Pilar Soto Cáceres seguían en la morgue. Anoche se esperaba que las familias arriben al Perú para encargarse de los trámites de repatriación al país sureño.

Ocho de los 48 heridos son extranjeros: seis chilenos y dos canadienses. Todos los sobrevivientes –entre ellos 13 menores de edad– son atendidos en siete hospitales del Minsa y Essalud, y en dos clínicas. El estado de varios de ellos es delicado y su pronóstico es reservado.

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