(Foto : difusión)
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Claudia Sovero Delgado

Rubén Mauricio Matamoros Delgado, de 22 años, quien fue asesinado y descuartizado el lunes pasado en, fue uno de los 43 venezolanos expulsados del país hace poco más de cuatro meses.  Según fuentes de la Superintendencia Nacional de Migraciones, Matamoros no pasó por un puesto de control la primera vez que entró al país, por lo que fue expulsado e impedido de ingresar por cinco años al Perú. 

Fue deportado el 10 de mayo último en una operación en conjunto realizada por la Policía Nacional del Perú, la Superintendencia Nacional de Migraciones, el Ministerio de Defensa y la Cancillería del Perú. Junto con él fueron expulsados otros extranjeros que habían falseado información en sus trámites de ingreso y estadía u ocultado sus antecedentes policiales por diversos delitos en su país.

Sin embargo, Matamoros volvió a entrar de forma clandestina.


—Ingreso clandestino—
Frente a esta situación, fuentes de Migraciones indicaron ayer que Matamoros volvió a ingresar al país debido a que no es materialmente posible tener todas las fronteras bajo revisión. Añadieron que en el puesto de verificación migratorio de Zarumilla se realizan los controles para registrar a los ciudadanos extranjeros. 

Óscar Pérez, presidente de la ONG Unión Venezolana en Perú, señaló que hace tres semanas viene recibiendo información sobre lo peligroso que se ha vuelto Lima norte a causa de malos ciudadanos venezolanos.

 Migraciones comunicó que desde el 2017 se ha expulsado a 2.750 extranjeros, de los cuales 328 son venezolanos.

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