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El renacer de 33 leones salvados del cautiverio [FOTOS] - 2
Miguel Neyra

Smith, de 4 años de edad, ruge y mira con desconfianza a los que caminan cerca de su jaula. Este león, que no tiene garras, dientes ni melena, pero sí varias cicatrices en el cuerpo, pasó toda su vida en circos, recibiendo latigazos y encerrado en una jaula.

Él es uno de los 24 peruanos que, junto con otros nueve felinos procedentes de Colombia, partieron el viernes del Aeropuerto Internacional Jorge Chávez al Santuario Emoya Big Cat, en Limpopo (Sudáfrica), donde por fin vivirán en libertad. Se trata de una hermosa reserva de bosque seco, de 5.000 hectáreas de extensión.

El transporte de cada león tuvo un costo aproximado de US$10.000.

La situación de los felinos antes de ser rescatados era similar: sufrían de desnutrición, problemas dentales, heridas, parásitos y depresión. En el caso de los peruanos, se encontraban en cautiverio en circos que ofrecían tristes espectáculos en Cusco, Arequipa, Junín, Piura y Lima.

Su rescate se realizó durante operaciones conjuntas del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre (Serfor) y la ONG Animal Defenders International (ADI), entre los años 2014 y 2015. “Sudáfrica es su hábitat natural y estarán ahí por primera vez. Todos los felinos rescatados en el Perú nacieron en nuestro país. Ellos estarán en el santuario lo que les queda de vida, pues ya no pueden integrase al mundo silvestre”, afirmó Tim Phillips, vicepresidente de ADI.

Agregó que sus colaboradores viajaron por todo el país siguiendo el rastro a posibles circos que utilizaran felinos. “Muchos mostraban resistencia a entregarlos. Otros simplemente los abandonaban”, dijo.

El caso de Smith se conoció tras la difusión de un video en el que el felino, estresado durante la función, desobedece al domador y ataca a una profesora. Ocurrió en el circo Mónaco, en Cusco, en agosto del 2014. Tras el incidente fue abandonado por sus dueños y luego llevado al albergue de la ADI en Carabayllo. Allí se encontró con sus padres, Rey y Amazonas, y sus hermanos Kiara, Mahla, Scarc y Kala. Todos rescatados de circos.

En el país, desde el 2011 está vigente la Ley Forestal y de Fauna Silvestre, que prohíbe la exhibición y empleo de especímenes silvestres en espectáculos circenses itinerantes. Esta ley recién se reglamentó en octubre del año pasado, cuando todos los leones en cautiverio ya habían sido rescatados. Por ello no hay personas procesadas por haber violado la normativa.

Jessica Gálvez-Durand, directora de Gestión Sostenible del Patrimonio de Fauna del Serfor, advirtió que los dueños de circos que usen animales silvestres podrían pasar ahora cinco años en prisión. “Se está aplicando la ley de flagrancia”, aseveró.

Los leones deberán llegar esta tarde a Johannesburgo, capital de Sudáfrica, para luego ser trasladados al Emoya Big Cat Sanctuary, en la provincia de Limpopo. Es la primera vez que estarán en un entorno natural.

Los 33 leones fueron cuidados por la ONG ADI y ya partieron hacia Sudáfrica. (Difusión)

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