Rumas de papeles invaden la Corte de Lima

Escribe: Álvaro Arce 

Lo último que podría esperar un ciudadano que acude al Poder Judicial es que su demanda termine de alfombra en los corredores de una sala o empapada con fluidos del desagüe. Pero lo cierto es que en la torre curva de 21 pisos que ocupa la Corte Superior de Justicia de Lima, en pleno cruce de las avenidas Abancay y Nicolás de Piérola, cualquier espacio vacío es invadido por legajos cual si fuesen hormigas carnívoras.

El registro que han urdido para hacerle seguimiento a las carpetas de los 285 juzgados incluye ubicaciones tan insólitas como un módulo de atención cerrado o un baño malogrado.

PANTEÓN DE DEMANDAS 

El mismo drama se repite en el sótano de la Corte de Lima. No en vano se lo conoce como el panteón de las demandas. Cinco millones de legajos convierten los 1,100 metros cuadrados de estacionamiento que ocupa el Archivo Central en un laberinto digno de la película ‘Los Juegos del Hambre’.

Una repisa completa de archivos fue teñida de amarillo la semana pasada después de que una tubería del desagüe empezó a gotear. Los papeles continúan ventilándose. Vea aquí lo que sucede:

La crisis del papel, de acuerdo con Iván Sequeiros, presidente de la Corte de Lima, dibuja un círculo vicioso: primero en sentencias que nunca llegan y procesos empantanados, los que a su vez salpican la credibilidad e independencia de los jueces. Para finalmente entorpecer el acceso a la información del litigante.  Y zanja con frialdad: “La carga procesal es inmanejable. El espectáculo de papeles no tiene cuando acabar”.   

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