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Claudia Sovero Delgado

“Vengo desde San Gabriel, [en el distrito de Villa María del Triunfo], tengo 65 años y nunca he venido a la playa un primero de enero. Me ha gustado la experiencia. Me he perdido 64 años de hacer esto”, contó entusiasmado uno de los miles de asistentes a en Chorrillos. Desde hoy, los bañistas que asistan al lugar podrán utilizar las nuevas áreas colocadas por el municipio: rampas de madera en la zona de ingreso, puestos de comida y ropa en zonas alejadas del mar, sillas y mesas para comer y juegos para niños. Sin embargo, las duchas para que las personas puedan retirarse la arena del cuerpo, aún no están habilitadas.

Durante la mañana este Diario realizó un recorrido por Agua Dulce. Al mediodía, la playa, que recibe 8 mil bañistas los fines de semana, según el municipio, ya se encontraba a más de la mitad de su capacidad. Durante la tarde, el lugar se encontraba abarrotado, incluso algunas personas optaban por utilizar la pileta como piscina. Según cálculos del municipio en estas fechas, esta playa recibe hasta 20 mil personas. Asimismo, las vías de ingreso se encontraron colapsadas, por lo que la policía de tránsito y fiscalizadores actuaron evitando que los autos se estacionen a la espera de pasajeros.

Respecto a las duchas al aire libre, ubicadas dentro de la playa, el municipio informó días atrás que estarían listas para el uso de los bañistas desde el primero de enero. Hoy, ninguna de ellas funcionaba. Muchos asistentes giraban las manijas para utilizar el servicio, se quedaban esperando unos segundos a que caiga el agua, pero se retiraban resignados. Otras personas optaron por utilizar el lavapiés como ducha.

Personal de fiscalización se encargaba de vigilar a los niños que circulaban por la playas. Los menores perdidos eran llevados por personal de serenazgo del municipio de Chorrillos a un módulo ubicado dentro de la playa. Hasta las tres la tarde, seis padres de familia se habían acercado a recoger a sus hijos, pero aún quedaban dos esperando, según informar el personal del municipio. “Una vez que ubicamos a un niño perdido lo llevamos a la carpa, y si pasa mucho tiempo, los llevamos a los juegos de una restaurante cercano para que no se aburran y estén frescos. Allí esperamos a los padres”, indicó una fiscalizadora.

Simpatizantes políticos del Frepap y recorrían la zona con banderas y volantes. Ellos aprovecharon la concurrencia de las personas para informarle a la gente sobre sus candidatos al congreso. Durante todo el día, agentes de fiscalización estuvieron recorriendo la playa para evitar el consumo de alcohol y mantener el orden. Cada vez que encontraban a una persona con latas o botellas de cerveza, eran obligados a tirarlo a una bolsa de uno de los fiscalizadores cargaba.

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