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Redacción EC

Luego de que la iglesia cristiana “El Aposento Alto” manifestara su intención de comprar el estadio Alejandro Villanueva de , la dirigencia del club ha asegurado que el popularmente conocido “Matute” no está a la venta.

Sin embargo, de acuerdo a especialistas consultados por El Comercio que prefirieron que sus nombres no sean revelados, cuando una persona jurídica se encuentra sometida a un proceso concursal de reestructuración –como el caso del Club Alianza Lima– quien toma las decisiones más relevantes respecto al futuro de la institución, incluida la posible venta de un activo como el Estadio de Matute, es la Junta de Acreedores.

En el caso de Alianza Lima, la Junta de Acreedores está compuesta por Sunat, acreedores laborales, Intenational Group Pegaso Perú, Carlos Franco Chipoco, entre otros, siendo la entidad recaudadora el acreedor con mayor poder de decisión en la misma.

Más allá de que Alianza Lima se encuentre en un proceso de reestructuración e incluso se encuentre al día en los pagos a sus acreedores bajo su Plan de Reestructuración, la Junta de Acreedores puede evaluar cualquier oferta e incluso modificar el Plan si es que lo estima pertinente.

Otro escenario que debe analizarse es la posibilidad de que un tercero, que hoy no es acreedor de Alianza Lima, se vuelva acreedor de la entidad (y por tanto pueda tener poder de decisión en la Junta de Acreedores) a través de la compra de créditos de alguien que a la fecha sí es acreedor del club.

Según un especialista consultado, es perfectamente válido que alguien compre los créditos en porcentajes que los lleve a tomar acuerdos por mayorías legales y que les permita disponer de uno o más activos del club.

Es decir, cualquier interesado en adquirir el Estadio de Matute, podría, por ejemplo, comprar o pagar los créditos a la Sunat –acreedor mayoritario– y con ello tener una posición de control en la Junta de Acreedores de Alianza Lima para, entre otros aspectos, decidir sobre las propiedades del club.

Para adquirir los créditos de la Sunat, el interesado tendría que pagar el íntegro de la deuda más los intereses, multas y otros devengados hasta la fecha en que se produzca el pago.

Los ingresos que obtenga el club por la venta deben ser destinados al pago de las deudas concursales que mantiene el club según la prelación establecido en la Ley General del Sistema Concursal. Según dicha norma, la prioridad en el pago siempre la tendrán los acreedores laborales de la entidad.

Como se recuerda, el pastor de la iglesia cristiana “El Aposento Alto”, Alberto Santana, ha expresado su deseo de comprar el Matute para construir una mega iglesia.

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