Abby Ardiles

El local de venta de repuestos D’Martin, en el distrito de San Miguel, luce impecable. A simple vista no parece que la noche del último lunes fue el escenario de un asesinato perpetuado por un menor de 14 años de edad, quien no dudo en empuñar un arma con balas de 9 milímetros para ejecutar su crimen.