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Barranco cumple cinco meses preso del caos
Juan Guillermo Lara

Hace cinco meses se iniciaron las obras de remodelación de pistas y veredas en la avenida Pedro de Osma, en . Durante este tiempo, a raíz de los desvíos y el cambio de sentido en varias vías, vecinos y visitantes del distrito conviven con un caos vehicular generalizado. Este incluye accidentes frecuentes y el ruido incesante de las bocinas.

Los trabajos, a cargo del consorcio Aro Barranco, consisten en el mantenimiento de más de 10.500 m2 de pista y la construcción de unos 5.900 m2 de veredas adoquinadas, desde la plaza de Barranco hasta la Av. Independencia, en el límite con Chorrillos (nueve cuadras).

Debido a esta obra, la Municipalidad de Barranco cambió el sentido de la avenida Grau, que originalmente va de sur a norte, a doble sentido, desde el cruce con la avenida Nicolás de Piérola. Esto no solo causa grandes atoros para los vecinos, sino también los pone en peligro porque no existe una buena señalización que indique la nueva dirección del tránsito.

“Modificaron el sentido de la vía sin previo aviso. Cada semana hay por lo menos un choque”, señala Lorenzo Díaz, vecino de la zona.
La comuna atribuye el caos que se vive a diario a la imprudencia de los conductores. “Sí, hubo accidentes, no lo vamos a negar, pero es por la imprudencia de la gente. Ellos hacen caso omiso a las señales de reducción de velocidad, de no ir a más de 30 km/h”, precisó Carlos Gallour, gerente de Desarrollo Urbano de Barranco.

Sobre la falta de señalización, el funcionario indicó que delincuentes roban los carteles. “Nosotros acompañamos a los miembros del consorcio a colocar la señalética, pero al día siguiente estaba rota o se la habían robado. No hemos contado con apoyo por parte de la comisaría”, dijo Gallour.

Julio César Castiglioni, especialista en temas municipales, precisó que el alcalde de Barranco estaría incurriendo en abuso de autoridad por omisión. “La comuna está obligada a colocar la señalética mientras duren todos los trabajos porque, de lo contrario, se pueden generar accidentes”, precisó.

Mucho tiempo

Para Nancy Barrenechea, presidenta de la Comisión de Inspectores de Seguridad del Colegio de Ingenieros del Perú, cinco meses es demasiado tiempo para una obra de repavimentación en menos de un kilómetro. “Un tramo de 900 metros en una pista de un ancho aproximado de seis metros debería tomar unos tres meses; cuatro como máximo en caso de haber problemas durante la excavación”, dijo la ingeniera.

Gallour señaló que los trabajos terminarán el 20 de este mes. Esto es dos semanas después de los 150 días previstos en el proyecto.
“El tiempo se incrementó porque se encontraron restos de un antiguo tren debajo de la vía principal de Pedro de Osma. El Ministerio de Cultura intervino porque son restos considerados patrimonio y ello dilató el proceso. Sin embargo, no se ha reconocido ningún pago adicional por la ampliación”, aseguró.

Camino de obstáculos

Otro problema que se registra en la Av. Grau son las obras de construcción de tres edificios cerca del límite con Miraflores. Cada mañana, volquetes y mezcladoras se apoderan de un carril de la vía y ralentizan el tránsito. Al respecto, Gallour admitió que hubo descoordinación. “Las constructoras ya tenían un permiso [válido por tres años]. Por otro lado, hubo trabajos de Cálidda que fueron autorizados por la Municipalidad de Lima, pese a que le explicamos que generaría congestión”, dijo el funcionario.

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