Sunedu: ¿qué opinan estos cuatro exministros de Educación sobre recientes iniciativas del Congreso?

Esta nota fue publicada originalmente el día 9 de julio del 2020. Ha sido actualizada debido a que hoy, jueves 13 de agostos, el ministro de Educación, Martín Benavides, es interpelado en el Congreso por su gestión cuando era titular de la Superintendencia Nacional de Educación Superior (Sunedu).

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Si bien la implementación y fiscalización de la reforma universitaria corresponde en primer lugar a la Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria (Sunedu), el ente rector del proceso es el Ministerio de Educación (Minedu). No solo desde la logístico y lo económico, sino también desde la perspectiva política.

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Esto último se ha puesto a prueba en diferentes momentos desde el 2014, año en que se promulgó la Ley Universitaria, debido a las iniciativas del Congreso de la República para modificar el rumbo de la reforma. Solo en las últimas semanas, la Comisión de Educación propuso sin éxito la creación de una instancia superior a la Sunedu y la aplicación de un rescate estatal para las universidades privadas denegadas. Finalmente, el pleno sí aprobó otorgarle facultades para que investigue a la superintendencia.

Pese a ello, la reforma avanza y hoy se cumplen seis años del inicio de este proceso, el cual dependió de la defensa de varios ministros de Educación. Entre ellos, Marilú Martens, Idel Vexler, Daniel Alfaro y Flor Pablo, quienes conversaron con El Comercio y reflexionaron a través de cuatro preguntas sobre la importancia del cumplimiento de las condiciones básicas de calidad.

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1. ¿Cuál es el principal cambio que ha permitido la Ley Universitaria y su reforma en el sistema educativo superior?

Marilú Martens: El principal cambio que permitió la reforma fue introducir, de manera estructural, el componente de calidad en la educación superior universitaria.

Idel Vexler: La Sunedu ha logrado tener la entereza ética y técnica para no licenciar a las universidades que incumplen la norma. Creo que ese hecho justifica el accionar de la superintendencia.

Daniel Alfaro: Con la Ley Universitaria se creó la posibilidad de establecer una política pública blindada de intereses ajenos, que coloca en el centro al estudiante. También generó una estructura, a partir de la Sunedu, que soporta esa política.

Flor Pablo: La reforma ha generado dos cambios importantes: una mayor rectoría del Minedu y la creación de un organismo regulador autónomo como la Sunedu, ya que antes las universidades eran juez y parte.

2. ¿Cuál fue el mayor reto que enfrentó para implementar la reforma durante su gestión en el Minedu?

Marilú Martens: En mi gestión, el mayor reto fue agilizar los procesos de licenciamiento, lidiar con las universidades al inicio y que entendamos todos que el objetivo era cumplir con las condiciones básicas de calidad.

Idel Vexler: Como ministro, fue un desafío acercar esta institución a la corporación universitaria y establecer un diálogo con los rectores. Además, tuve el privilegio de encargar la jefatura al actual ministro Martín Benavides.

Daniel Alfaro: Desde el ministerio traté de dar solvencia a la Sunedu para tomar las mejores decisiones. Me tocó afrontar la primera denegatoria en el 2018 [Universidad Peruana de Arte Orval] y fortalecer la contención para los alumnos afectados.

Flor Pablo: Cuando asumí como ministra, el camino ya estaba trazado, pero el reto fue sostener el curso de la reforma misma, ya que el Congreso también propuso una comisión investigadora.

3. ¿Qué aspectos podrían modificarse en la Ley Universitaria, o en su defecto ser mejorados?

Marilú Martens: Sin duda, todo es perfectible. Considero que podría modificarse el proceso para conformar el Consejo Directivo de la Sunedu, a fin de que se permita una participación más democrática y una convocatoria más amplia. Asimismo, hoy se ha demostrado que la oferta en educación a distancia y semipresencial puede variar, por lo que podrían hacerse ajustes en la ley para mejorarla.

Idel Vexler: Se podrían revisar algunas normas que impiden la autonomía de las universidades para que cada una de ellas pueda fijar sus currículos profesionales. En segundo lugar, la Sunedu debe ser parte de una reforma integral de la educación universitaria; en ese sentido, debería promover con el Consejo Nacional de Educación, el Minedu y las universidades privadas y públicas una propuesta para fortalecer el talento docente y de investigación, mejorar la gobernanza con autonomía y calidad, y dotar de talleres, laboratorios y equipos para formar buenos egresados.

Daniel Alfaro: Se requiere ampliar la mirada de la reforma de la educación superior; añadir a las escuelas e institutos de educación superior. Estos centros tienen una ley que también permite los licenciamientos, pero a través del Minedu y no de una superintendencia autónoma. Para mí, lo lógico es que seamos más eficientes con los licenciamientos desde el punto de vista del sector público; son procesos distintos, pero tienen similitudes. Sería ideal que una sola institución se haga cargo. Por otro lado, se debe considerar una Ley de Escuelas Superiores de Formación Artística, que hoy solo están incluidas en una disposición complementaria de la Ley Universitaria. Con una norma específica, se les brindaría el estatus de universidad y con ello la estructura legal que les permita un mejor desarrollo.

Flor Pablo: Por ejemplo, se podría elegir por concurso público al superintendente. Así se fortalecería la institucionalidad de la Sunedu y evitar cualquier posibilidad de que los cambios respondan a cuestiones políticas. Este Gobierno ha permitido que exista una autonomía para sostener el trabajo técnico, pero siempre es un riesgo que la designación surja del Ejecutivo. Sin embargo, en este momento no veo ninguna posibilidad de hacer mejoras en la Ley Universitaria, ya que vemos que el Congreso busca cambiar la reforma por otros intereses. Hoy no es viable porque se abriría una puerta peligrosa.

4. ¿Qué opina de las iniciativas del actual Congreso respecto a la Sunedu y la reforma universitaria?

Marilú Martens: El Congreso ha presentado iniciativas descabelladas, sin sustento técnico, y ahora busca investigar a la Sunedu por cuarta vez sin razón alguna. Causa demasiada extrañeza porque no sé qué van a indagar. Le diría a los miembros de la Comisión de Educación que dejen trabajar a los técnicos y las personas que saben qué se requiere en el sistema educativo.

Idel Vexler: El Congreso tiene derecho a legislar e investigar, pero veo que detrás habría intereses de las universidades denegadas. Sus propuestas no son convenientes y tengo mis reservas.

Daniel Alfaro: Hoy, desde el Congreso se perciben intereses mercantiles detrás. Por la historia de la reforma, se requiere una mayor transparencia por parte de los congresistas. Lo que propone la Comisión de Educación no tiene sustento técnico.

Flor Pablo: Ahora se ve que buscan debilitar la institucionalidad del proceso y desacreditar a la Sunedu. Hay que estar vigilantes. Lamentablemente, el Congreso debería ser la entidad que asegura leyes para el bienestar general, pero por la información de los medios y la procedencia política de los congresistas está claro que quieren beneficiar a las universidades que no cumplieron con las condiciones básicas de calidad.