(Foto: Rolly Reyna / El Comercio)
(Foto: Rolly Reyna / El Comercio)

Miguel Ángel Quezada Perales comenzaba el día encarnando a ‘Denisse’, el perfil falso de una supuesta joven de buena situación económica que había encontrado la manera de hacer dinero acompañando a hombres por unas horas al día. Con esta historia, él buscaba convencer a otras mujeres de hacer lo mismo.

Su identidad en Facebook era ficticia pero tan verosímil que este sujeto la usó más de dos años: lograba introducirse en el papel de este personaje, aplicando un lenguaje cercano y coloquial para ganarse la confianza de sus víctimas y convencerlas de participar en el mismo negocio.

El trabajo de ‘Denisse’ era sencillo pero paciente. Según la policía, todos los días solicitaba la amistad de decenas o cientos de jóvenes a través de la red social, buscando a través de las fotos de sus futuras víctimas que estas encajasen en el perfil físico que buscaba.

Cuando una aceptaba, comenzaba a aplicar el ‘grooming’, una práctica que podría traducirse como manipulación o acoso virtual. Esto consiste en ganarse la confianza de un menor de edad fingiendo empatía con fines de satisfacción sexual o económica. Como denunció El Comercio el último lunes, esta estrategia de captación se consolida cada vez más en la capital.

Tras convencer a su víctima, ‘Denisse’ la derivaba con un supuesto supervisor del negocio para comenzar. Era entonces cuando Quezada, según la policía, cambiaba de personaje e interpretaba a ‘Carlos’ con un segundo perfil de Facebook. Acordaban una cita donde este hombre le daba las instrucciones y amenazaba con hacer pública su participación en el negocio. Luego, la obligaba a tener relaciones sexuales con él para establecer una tarifa y ofrecerla a clientes. Las ganancias serían divididas mitad y mitad.

Ambos personajes, ‘Carlos’ y ‘Denisse’, estuvieron ocultos detrás de una pantalla de celular desde el 2015. Pero el rostro real de este sujeto, el de Quezada, no pudo ocultarse más. Este hombre de 30 años fue presentado ayer por la policía, a la que confesó su accionar. Será procesado por los delitos contra la libertad, trata de personas y explotación sexual agravada. La detención se produjo gracias a que una menor de 16 años lo denunció. Fuentes policiales indican que ella es una de las más de 300 víctimas de este agresor, quien pertenecería a una organización criminal mayor.

“Se aprovechó de la humilde situación de la menor y la manipuló para prostituirse por 400 soles la hora”, dijo el coronel PNP Fredy Castillo. La adolescente fue explotada en hoteles de Lima durante días hasta que decidió hablarlo con sus padres. Ellos y la policía planearon un nuevo encuentro entre su hija y ‘Carlos’, que permitió sorprenderlo cuando la ofrecía a un cliente. Quezada podría pasar hasta 25 años en la cárcel.

CIFRAS

La División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat) recibe mensualmente un promedio de 100 denuncias entre fraudes informáticos y de acoso de menores a través de redes sociales.

—Al acecho—
Quezada vivía solo en una habitación alquilada de San Martín de Porres, según declaró a la policía. Su zona de operaciones era Carabayllo, Independencia y Los Olivos. Sus herramientas principales eran su celular y su computadora, desde donde manejaba los falsos perfiles de Facebook.

Estudió Informática y habría hecho estudios paralelos en manejo de redes sociales, que le habrían servido para conocer el mejor lenguaje para ganarse la confianza de las menores.

“Los padres deben saber qué hacen sus hijos y estar atentos al dinero que manejan. Si aparecen en casa con ropa nueva y mucho dinero, es una señal de alerta”, indicó Castillo.

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