El presidente Martín Vizcarra dio su último mensaje a la Nación este martes 28 de julio por Fiestas Patrias. (Foto: Presidencia)
El presidente Martín Vizcarra dio su último mensaje a la Nación este martes 28 de julio por Fiestas Patrias. (Foto: Presidencia)
Gladys Pereyra Colchado

Por primera vez en sus tres mensajes a la nación por , el presidente se refirió explícitamente a la “cultura machista” como factor que alimenta los actos de violencia contra las mujeres en el país.

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Sin embargo, pese a esta mención directa, el tema de violencia de género fue tratado brevemente en su discurso y ocupó apenas dos minutos con treinta segundos de casi dos horas de mensaje.

El mandatario centró esta problemática social en tres puntos: el incremento a 572 millones de soles en el presupuesto para la implementación del Plan de Acción Conjunto orientado a resultados para reducir la Violencia contra las mujeres (“Diez veces más presupuesto del que se recibía en años pasados”, destacó), la implementación de 20 nuevos Centros de Emergencia Mujer (CEM) en comisarías para llegar a 416 a nivel nacional y la atención brindada a través de la Línea 100 a mujeres, niñas, niños, adolescentes y adultos mayores víctimas de violencia. Sobre este tema, informó que se atendieron más 75.500 llamadas durante la pandemia del COVID-19. “La violencia contra la mujer no se detuvo, ni siquiera durante la pandemia”, reconoció.

Respecto a lucha para erradicar la discriminación y desigualdad de poblaciones vulnerables, anunció que este año se culminarán tres políticas de Estado en Niñez y Adolescencia, Discapacidad para el Desarrollo y Personas Adultas Mayores.

Y eso fue todo.

Para Eliana Revollar, adjunta para los Derechos de la Mujer de la Defensoría del Pueblo, llamó la atención la escueta mención del mandatario respecto a la lucha contra la violencia de género, considerando que en el 2018 y 2019 fue más enfático e incluso señaló que esa lucha también era suya. Esta vez, no mencionó los casos de feminicidio ni la desaparición de mujeres durante la pandemia.

“El Estado no ha tenido, desde el Ejecutivo, una respuesta contundente sobre la desaparición de mujeres y hubiéramos esperado que cuando menos se diga que el Sistema Nacional de Búsqueda de Personas, que está desfasado, ya está funcionando y que sea el propio Presidente de la República el que dé esa información”, sostuvo.

Patricia Acosta, madre de Estefhany Díaz, quien el 24 de abril del 2016 desapareció junto a sus dos hijas, Tatiana y Esther. (César Zamalloa / GEC)
Patricia Acosta, madre de Estefhany Díaz, quien el 24 de abril del 2016 desapareció junto a sus dos hijas, Tatiana y Esther. (César Zamalloa / GEC)
/ C.ZAMALLOA

Según estadística del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, desde el 16 de marzo se han reportado 36 feminicidios, más de 900 casos de violación, la mayoría contra menores de edad, y la desaparición de más de 1.000 mujeres en el Perú.

Liz Meléndez, directora ejecutiva del Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán, agrega que otra omisión importante fue el enfoque de género como política transversal que mejore el acceso a la justicia de todos los ciudadanos, especialmente de las víctimas de violencia. “La justicia, para que dé confianza, tiene que ser una que lucha contra la corrupción, pero que tenga enfoque de género. En el escándalo de corrupción alrededor del Poder Judicial una de las cosas más saltantes fue cómo se negociaban sentencias de violaciones sexuales contra niñas. Sin embargo, no se mencionó”, dijo a El Comercio.

Sobre lo que sí mencionó Vizcarra, ambas coinciden en que es positivo que se implementen más CEM, pero que es insuficiente aumentar su número si no se garantiza una atención de la calidad y que todo el Sistema de Nacional Especializado de Justicia para casos de violencia contra las mujeres funcione correctamente para que las víctimas y sus familiares reciban protección, defensa y justicia a tiempo.

Si bien los CEM son importantes, no son la única institución en la ruta para llegar a la justicia. Se requiere el fortalecimiento en la calidad en todo el sistema de atención, orientado al trabajo con la Policía Nacional, jueces y fiscales”, agregó Melendez.

Otra omisión, indica Revollar, es el avance en la implementación del Decreto Legislativo 1470, publicado en abril pasado para garantizar y acelerar las medidas de protección para las víctimas de violencia en el contexto de pandemia. “Se necesita interoperabilidad y planes interseccionales para que se aplique adecuadamente, esto es lo que ha faltado durante la emergencia”, dijo.

Norma Rivera busca a su hija, Shirley Villanueva, desde hace casi tres años. (Hugo Pérez / GEC)
Norma Rivera busca a su hija, Shirley Villanueva, desde hace casi tres años. (Hugo Pérez / GEC)
/ Hugo Perez

Tampoco se habló del cierre de brechas, otras formas de violencia como la discriminación, la trata o el acoso sexual, las dificultades de acceso a educación a través de Aprendo en Casa, estrategias en zonas rurales y comunidades amazónicas ni el incremento de la carga para las mujeres debido a la combinación de trabajo remoto, educación a distancia y labores domésticas.

“Hubo una ausencia tremenda sobre la salud sexual y reproductiva pese a que, en el contexto de pandemia, se teme un incremento de embarazos adolescentes y embarazos forzosos producto de violencia. Se ha reportado dificultades en la entrega de kits de emergencia, aunque se han incrementado las violaciones tremendamente. La población LGBTI también es la eterna ausente. Esos son los grandes vacíos del discurso”, opina Meléndez.

Ambas esperan que la presentación del primer ministro Pedro Cateriano ante el Congreso de la República, este 3 de agosto, sirva para conocer al detalle los planes y estrategias para enfrentar la violencia contra las mujeres en lo que queda del gobierno de Vizcarra.

NIÑEZ EN EL MENSAJE A LA NACIÓN

El discurso del presidente Vizcarra fue más detallado en temas que involucran a la protección de la niñez en el país. Además de adelantar que este año se culminará la Política Nacional para la Niñez y la Adolescencia, informó que se ha reiniciado las visitas domiciliarias a miles de niños menores de 36 meses para prevenir y la implementacion de la plataforma Aprendo en Casa para que los menores puedan seguir las clases escolares a distancia sin el riesgo de contagio.

Sin embargo, el anuncio más enfático fue la próxima implementación de un bono de orfandad de 200 soles para deudos del COVID-19. “Este virus ha dejado en luto a muchas familias, pero, sobre todo, huérfanos a muchos niños que hoy están bajo el amparo de sus tíos, abuelos o familiares cercanos. Nadie puede voltear la mirada frente a esa triste realidad. Esos niños no solo han perdido a su padre, a su madre, sino también vienen enfrentando dificultades económicas”, enfatizó.

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Martín Vizcarra: “La violencia contra la mujer no se detuvo, ni siquiera durante la pandemia”

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