Foto referencial. (Geoff Caddick / AFP)
Foto referencial. (Geoff Caddick / AFP)
/ GEOFF CADDICK
Pedro Ortiz Bisso

En el mundo del fútbol, cuando un club necesita reforzarse con un jugador, la casilla de correos de su director deportivo se inunda con toneladas de ofrecimientos. Su whatsapp revienta de nombres, algunos de ellos tentadores, pero también disparatados. Paralelamente, los empresarios filtran a la prensa la identidad de sus preferidos con el fin de fabricar titulares, generar presión entre los hinchas y, en medio del río revuelto, pescar un buen negocio.

Algo parecido ha ocurrido en esta historia de ribetes telenovelescos que ha tenido como protagonistas a una empresa que dijo estar en capacidad de entregar 55 millones de vacunas del laboratorio AstraZeneca, el Ministerio de Salud (Minsa), ciertos líderes de opinión y miles de usuarios de las redes sociales que volcaron su indignación contra el Gobierno, la ministra de Salud y el presidente Sagasti por no atender esta oferta.

En nuestra edición de hoy, los periodistas de la sección Política desentrañan lo ocurrido. La carta de KPC Biotech, la autora del ofrecimiento, es real, pero es una de las tantas que ha recibido el Ministerio de Salud de diversas empresas, conocedoras de la urgencia de nuestro país por adquirir vacunas en el más corto plazo.

Tanta generosidad siempre despierta dudas. Por eso, El Comercio buscó a los representantes de AstraZeneca en Estados Unidos –donde se encuentra la sede de KPC Biotech- y estos dijeron desconocer a la empresa y su oferta. El Minsa precisó que el propio laboratorio ha informado que no ofrece vacunas a través de intermediarios y que sus tratos los realiza directamente con los gobiernos.

El portal mexicano de AstraZeneca es explícito al respecto: “Si alguien ofrece vacunas privadas, es probable que sea una falsificación”.

Así pues, para desdicha de sus opositores, el Ministerio de Salud actuó bien en este caso. La necesidad no puede justificar desatinos, más si en medio se encuentra la vida de millones de personas. Sin embargo, es tal la debilidad del Gobierno que este no será el último de los ataques e intrigas de los que será víctima. Solo ha sido un capítulo de una historia que tiene para largo.

Contenido sugerido

Contenido GEC