(Foto: Lino Chipana)
(Foto: Lino Chipana)
/ LINO CHIPANA OBREGÓN
Pedro Ortiz Bisso

Si las combis fueron por muchos años sinónimo del caos en nuestras calles, ya podemos decir que las motos lineales son sus herederas. Solo en agosto, como señala publicado por El Comercio, se vendieron 45 motos cada hora y algunas de ellas llegaron a manos del comprador con el brevete incluido.

¿Son malas las motos? Como señala el periodista el problema no está en los vehículos sino en quienes los conducen, que se aprovechan de la falta de fiscalización para hacer lo que les venga en gana. Según Lima Expresa y los bomberos, en el 40% de los accidentes de tránsito hay una moto lineal involucrada.

No hay calle de Lima en donde no se las vea, generalmente en desorden, sin respetar las normas de tránsito. Su precio y la explosión del negocio del delivery a causa de la pandemia han aumentado su popularidad.

Aunque no podemos olvidar que desde hace varios años son también las preferidas de los ‘raqueteros’, en desmedro de las viejas, y más lentas, station wagon.

La desatención es tal que en algunos casos las motos se venden con brevetes de yapa porque el no centraliza su entrega y permite que cualquier municipio los reparta como volantes. Así, las mafias trabajan a sus anchas y son capaces de ofrecer licencias de conducir a personas que no tienen la mínima idea de cómo se manejan estos vehículos.

Especialistas consultados por nuestro diario han propuesto una serie de medidas para poner a los motociclistas en vereda y acabar con este floreciente nicho de corrupción. La pelota, como tantas otras veces, está en manos del MTC. No hace falta descubrir nuevamente la pólvora, solo se requiere decisión.

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