Limapolis se realizó desde el 5 hasta el 10 de marzo bajo el título “Hacia un genérico específico”. (Foto: Hugo Pérez / El Comercio)
Limapolis se realizó desde el 5 hasta el 10 de marzo bajo el título “Hacia un genérico específico”. (Foto: Hugo Pérez / El Comercio)
Redacción EC

Como todos los años, la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Pontificia Universidad Católica del Perú () realizó el taller internacional Limapolis. Uno de los enfoques principales de este año fue analizar los problemas generales de la ciudad, es decir, aquellos que se repiten en la mayoría de distritos.

Como es usual en este taller, los alumnos recorrieron varias zonas de la capital y detectaron deficiencias en diseños, construcciones y espacios públicos. El objetivo: debatir, proponer soluciones y alternativas.

Participaron arquitectos de Chile, España y el Perú. Además de los trabajos de campo, la mecánica del taller incluyó charlas y conferencias magistrales.

El arquitecto y paisajista chileno Teodoro Fernández, uno de los especialistas más reconocido de la región, fue uno de los participantes. Él decidió recorrer, al azar, un barrio de Lima.
“Fuimos desde la calle Armatambo hasta La Chira, en Chorrillos. Nos encontramos con un difícil acceso a la playa, como si se hubiera privatizado. El canal de Surco se ha convertido en una alcantarilla, han invadido los huertos y el territorio patrimonial de Armatambo; es decir, hay un abandono del gobierno provincial y local de sus tareas respecto al territorio y la sociedad”, sostuvo.

Fernández, especializado también en proyectos de vivienda social, resaltó que percibe un desinterés de que se vea a Lima como una unidad. “Lima siempre fue un valle agrícola y productivo, pero ¿qué queda de eso? Nada. En Armatambo están construyendo estacionamientos para taxis en cima de los huertos. Hay normas para todo acá, pero la autoridad mira para un lado y no las hace cumplir. Eso es porque la sociedad limeña le tiene terror al conflicto”, sostuvo.

–Sistemas desconectados–
Gary Leggett, profesor de Arquitectura de la PUCP y uno de los organizadores del evento, indicó que este año uno de los retos de Limapolis fue abordar los problemas que surgen debido a la desconexión entre los diversos sistemas constructivos que se utilizan en Lima, la cultura y las condiciones climáticas y geológicas de la ciudad. Además, se trataron aspectos relativos a la informalidad y la búsqueda de alternativas para mitigar los efectos destructivos de un sismo de gran magnitud en construcciones existentes.

El grupo de alumnos que trabajó de la mano del arquitecto peruano Manuel de Rivero tomó fotografías de viviendas construidas de manera informal, conversó con las familias que las habitan y propuso soluciones para el corto y largo plazo.

“Detrás de las casas analizadas hay historias de vida, fueron hechas con cariño. Hay soluciones que pueden hacer los mismos vecinos con algún tipo de apoyo, pero también el Estado debe buscar propuestas innovadoras. Los chicos encontraron carencias como el abandono de espacios públicos, que pueden –de acuerdo con sus planteamientos– ser utilizados para generar una colectividad y para proteger los espacios privados”, resaltó.

Leggett señaló que próximamente realizarán una publicación con las investigaciones formuladas en este taller.

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