Barreto dice que debe combatirse también la desnutrición para no afectar el capital humano del país. (Foto: Piko Tamashiro ( GEC)
Barreto dice que debe combatirse también la desnutrición para no afectar el capital humano del país. (Foto: Piko Tamashiro ( GEC)
Gladys Pereyra Colchado

Desde el 2012, el Programa Mundial de Alimentos (PMA) de las Naciones Unidas brinda asistencia técnica al Gobierno Central en el programa de alimentación escolar Qali Warma. En esta entrevista, Miguel Barreto, director regional del PMA, brinda un panorama sobre los retos en la alimentación, principalmente la lucha contra la , problema de salud pública que afecta a cuatro de cada diez niños, entre los 6 y 36 meses, en el país.

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— ¿Cómo reducir la anemia infantil?
Hay que precisar que el más alto nivel de niños con anemia (43,5%, según Endes 2018) es en menores de 3 años, que no van a la escuela, pero si subimos hasta los 5 años esta se reduce a un 32%, lo cual implica que sí hay un impacto directo de la alimentación escolar. Para enfrentar este problema, se necesita un cambio de hábitos de consumo. La dieta básica de los peruanos es baja en hierro. Necesitamos unos 10 mg de hierro al día y en el Perú la media es 4 o 5 mg.

— ¿Por qué comemos la mitad del hierro que necesitamos?
Lo que ocurre no solo en el Perú, sino a nivel regional, es que, a medida que una persona gana más, come peor. Sales de casa y comes envasados o productos elaborados en la calle que no necesariamente son lo mejor. Generalmente, la fuente de hierro tiene que ver con la proteína animal [carnes], pero no todos acceden a ella por falta de recursos o, principalmente, por desconocimiento. Es importante que se conozca qué productos tienen hierro y no cuestan mucho, como la sangrecita o el brócoli.

— ¿Qué otras estrategias deben aplicarse?
También es fundamental acercar a la población a los centros de salud para que se hagan el tamizaje que permitirá intervenir con suplementos de hierro en caso la anemia esté presente. Creo que el Gobierno ha asumido esta responsabilidad y en los próximos meses veremos una reducción de la anemia.

— ¿Es posible hacer cambios significativos en corto plazo?
En términos de nutrición, los primeros 3 años de vida son fundamentales. La anemia sí se puede reducir en corto tiempo, el problema es la desnutrición crónica porque cuando el niño llega a los 5 o 6 años, probablemente, ya no es reversible. Por eso hay que trabajar antes de esa edad. Aquellos niños desnutridos que salen del colegio, y siguen en esa condición, no van a tener la posibilidad de incorporarse al mercado de forma competitiva. Esto genera una pérdida de capacidad humana para el desarrollo homogéneo de la sociedad.

— Uno de los proyectos que impulsa el PMA es el arroz fortificado. ¿En qué consiste?
En América Latina el arroz es consumido masivamente, por eso incluir micronutrientes [hierro, ácido fólico, zinc, vitamina A, entre otros] en su producción no implica ningún cambio dentro de la dieta y permite reducir la desnutrición crónica y la anemia. La dificultad es que este producto se consume a partir de determinada edad. Por eso, es fundamental la lactancia materna desde el nacimiento hasta donde se pueda para cubrir esa brecha. Como PMA promovemos una ley de fortificación de arroz para que su consumo sea masivo. Por ahora, el avance es que los programas sociales como Qali Warma compran este tipo de arroz. 

Cuatro de cada 10 niños peruanos menores de 3 años tiene anemia, según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2018. (Anthony Niño de Guzmán)
Cuatro de cada 10 niños peruanos menores de 3 años tiene anemia, según la última Encuesta Demográfica y de Salud Familiar (Endes) 2018. (Anthony Niño de Guzmán)

Seguridad alimentaria en caso de desastres
Otra de las áreas donde el PMA brinda asistencia al Estado en en la preparación para responder adecuadamente a las emergencias como sismos, inundaciones o sequías.

—¿Qué hace el país para prepararse ante un desastre?
Estamos trabajando de manera exitosa en Perú el establecer mecanismos para medir estándares de preparación a nivel de gobierno central, regional y municipal. En cuanto a la etapa post emergencia, promovemos una respuesta no tradicional para que se transfiera dinero, a través de Juntos, a las poblaciones más pobres de las áreas afectadas. Esto nos que ha dado resultados en el terremoto de Ecuador y huracanes en el Caribe. Sería una especie de bono extraordinario para que la gente elija qué quiere en función de sus necesidades de ese momento. Así la ayuda es más transparente para evitar corrupción y que se utilice de manera inadecuada lo que se entrega.

—¿Cómo garantizamos que dicho dinero se use para ese fin?
En base a nuestra experiencia internacional en casos de emergencia, cuando hemos hecho transferencias financieras aproximadamente el 70 u 80% se va en alimentos. Cuando la situación es muy grave y obviamente no hay mercado donde pueda comprar, ahí sí debe entrar
directamente la ayuda humanitaria en especies. Cada caso es particular y se evalúa ese momento.

En este momento, ¿el Perú está preparado?
Todavía no. Se requiere concientización ciudadana y de las autoridades, para que se impulsen por políticas a largo plazo que no sean cambiadas cada cierto tiempo.

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