Santa Rosa de Lima: miles de fieles peregrinan al Pozo de los Deseos | FOTOS

La fe vence al frío. Desde la madrugada, miles de fieles realizaron largas colas en los exteriores del Santuario de Santa Rosa de Lima para dejar en el Pozo de los Deseos sus cartas dirigidas a la Patrona de Perú, América y las Filipinas.

Como cada 30 de agosto, la avenida Tacna, en el Centro de Lima, se repleta de feligreses que confían en Santa Rosa de Lima para que interceda por ellos. Niños, jóvenes y adultos escriben a mano las cartas con deseos, especialmente relacionados a temas de salud.

Las puertas del Santuario se abrieron a las 8 de la mañana, pero varias personas esperaban desde las 3 de la madrugada.

Cabe precisar que el Pozo de los Deseos se puede visitar cualquier día del año. Ahí los feligreses pueden depositar sus cartas desde las 08:00 a.m. hasta las 07:00 p.m., hora en que cierra el recinto.

Para garantizar la seguridad a los asistentes, la Municipalidad de Lima ha restringido el tránsito en la avenida Tacna (sentido norte a sur), y los jirones Conde de Superunda, Chancay, Cañete y Callao.

PROCESIÓN EN EL CENTRO HISTÓRICO
Desde el mediodía, la imagen de Santa Rosa de Lima saldrá en procesión de la Basílica Catedral de Lima para luego bordear la Plaza de Armas y seguir por el Jr. Callao-Jr. Camaná-Jr. Conde de Superunda-Av. Tacna y Jr. Ica, donde recibirá un homenaje en la parroquia San Sebastián.  Luego continuará por el Jr. Chancay-Jr. Huancavelica e ingresará a la Iglesia Las Nazarenas. Seguidamente, recorrerá nuevamente la Av. Tacna-Jr. Callao-Jr. Camaná, donde retornará a la Basílica del Convento del Santísimo Rosario.

Durante dure el evento religioso, las calles mencionadas serán cerradas al tránsito vehicular y reabiertas conforme el desplazamiento de los devotos.

Isabel Flores de Oliva, el verdadero nombre de Santa Rosa de Lima, vivió entre 1586 y 1617, durante el virreinato peruano. Consagró su vida a la oración y la penitencia, así como la caridad con los desprotegidos. Murió el 24 de agosto de 1617, a los 31 años, y fue canonizada por el Papa Clemente X un poco más de medio siglo después (1671). En nuestro país, se la conmemora cada 30 de agosto.

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