Exteriores de la discoteca Thomas bar en Los Olivos, al día siguiente de la tragedia. (Foto: Francisco Neyra/GEC)
Exteriores de la discoteca Thomas bar en Los Olivos, al día siguiente de la tragedia. (Foto: Francisco Neyra/GEC)
Lourdes Fernández Calvo

Cuando la puerta se abrió, los cuerpos cayeron. Algunos agonizaban, otros se quedaron tendidos en el suelo y hubo los que aprovecharon para desaparecer. Eran cerca de las 9 de la noche del sábado 22 de agosto. Los cuerpos eran de las cerca de 120 personas que asistieron a la discoteca restobar Thomas, ubicada en la avenida El Zinc 235, en Los Olivos. Según la policía, llevaban más de tres horas reunidos bailando y bebiendo alcohol, pese a que estaba prohibido para evitar el contagio del COVID-19. La policía intervino, la puerta (que se abría por dentro) se cerró y todos, incluidos dos policías, quedaron atrapados. El resultado: 12 mujeres y 1 hombre murieron asfixiados.

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