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Cercado de Lima,Incendio,Barrios Altos,Jirón Huánuco,
Ana Briceño

Los hermanitos, de cuatro y dos años, habían terminado de almorzar y jugaban con sus regalos de Navidad, cuando el fuego empezó a expandirse desde el primer piso de su pequeña casa de abobe y draywall, en una quinta en Barrios Altos.

Los vecinos escucharon el desgarrado llanto del menor de dos años. Para ese instante, ellos creen que las llamas ya estaban consumiéndolo.

Eran las 2.30 p.m. Ángel Varilla y María Quiroga, padre de los niños, estaban trabajando, como comerciantes, en Gamarra.

“Con harto esfuerzo construyeron el segundo piso de su casa. Eran trabajadores, un matrimonio joven”, comenta una vecina.

Debido a que no contaban con dinero para pagar a una persona que cuide a los pequeños, la pareja de esposos encargó esa tarea a una tía de los menores, quien sufriría de alteraciones mentales.

Teófilo Molina cuenta que tuvo entrar por una cancha descampada, colindante a la casa donde estaban los menores, para intentar apagar el fuego. “Cuando llegué, las llamas recién estaban en el primer piso. Nadie me dijo que habían niños, echaba agua con baldes, los bomberos no llegaban”, narra.

Todos los esfuerzos eran en vano. El fuego se propagó en menos de 15 minutos.

A la media hora llegaron los bomberos y también el papá de los niños, quien ingresó a la habitación de sus hijos para salvarlos, pero ya era demasiado tarde. Tuvo que ser trasladado de emergencia a un hospital porque sufrió graves quemaduras. A los pocos segundos, la mamá de los niños también llegó presurosa y se desmayó cuando le dijeron que los pequeños estaban muertos. La policía investiga las causas del incendio. El miércoles velarán a los menores en la quinta donde solían jugar.

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