Transporte con silenciador, por Sandra Belaunde
Transporte con silenciador, por Sandra Belaunde
Redacción EC

El 70% de limeños depende del (buses, combis y corredores complementarios) para su movilidad. Hoy no se entienden los planes de la Municipalidad de Lima para el transporte. Se han tomado cuatro medidas desde que empezó la nueva gestión, pero no se ha explicado realmente su porqué. 

La primera fue la anulación de la licitación de corredores de integración y aproximación, que representan el 60% de las rutas. Estos iban a funcionar como los corredores azules: bajo consorcios responsables de las rutas. La Gerencia de Transporte Urbano anuló la licitación sin explicar por qué no se subsanaron las observaciones realizadas por el MEF. Con ello, las empresas tradicionales continuarán operando en estas rutas.

La segunda es que se anularán los contratos de los corredores azules Tacna-Garcilaso-Arequipa y Javier Prado-La Marina si los consorcios no cumplen con una serie de requisitos antes del 31 de marzo. El cumplimiento de los contratos por parte de los consorcios y la municipalidad aún no se da a cabalidad. Los primeros aún no tienen la propiedad de los vehículos; la segunda no ha retirado las siete rutas programadas, aunque sí retiró a 700 fiscalizadores que verificaban que empresas no autorizadas ingresen a los corredores. De anularse los contratos, se volverían a subastar las rutas. Los actuales operadores iniciarían procesos de arbitraje contra la comuna.  

La tercera fue la anulación del proceso de licitación del sistema de recaudo. Aún no se sabe qué acciones va a tomar la municipalidad en este respecto; sin embargo, todavía no se ha convocado a una nueva licitación con lo cual las tarifas electrónicas y la integración tarifaria quedan en suspenso. 

Por último, el jueves se aprobó una ordenanza para renovar la licencia de las rutas tradicionales por tres años más. La comuna ha dicho que se van a retirar las combis de 16 distritos, y se reemplazarán con buses. La ordenanza no menciona esto, pero sí hace referencia a un plan de reordenamiento, el cual todavía no ha sido definido, más allá del nombre: Sistema de Rutas del Servicio de Transporte Regular de Personas.
  
El impacto
¿Qué implica la renovación de licencias y el retiro de combis?

1. Las combis son un símbolo del caos. Retirarlas para colocar buses sí significa un menor número de vehículos por personas, pero está muy lejos de terminar con el caos. 

2. No habrá empresas con exclusividad sobre las rutas, con trabajadores en planilla y que se hagan responsables por accidentes eventuales. Las empresas de transporte actuales (“de cascarón”) lo único que tienen es el derecho sobre la ruta; luego todo el servicio lo tercerizan: no son dueños de las flotas,  ni tienen relaciones laborales con conductores y cobradores. 

3. Continuará la guerra del centavo: las combis (hoy) y buses (mañana) recorren las rutas bajo la modalidad comisionista; es decir, luchando por ganar a cada pasajero. Esto significa que paran en cualquier espacio a recoger pasajeros; se quedan parados donde saben que pueden encontrar más pasajeros y aceleran para cumplir con sus tiempos, intercambiando carriles sin mayor cuidado, donde no hay pasajeros. 

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