Carlos Hualpa atacó a una joven en un bus quemándola a ella y a otros pasajeros más. Es uno de los casos más recientes de intento de feminicidio que muestra un problema que se agudiza cada vez más.  (Foto: El Comercio)
Carlos Hualpa atacó a una joven en un bus quemándola a ella y a otros pasajeros más. Es uno de los casos más recientes de intento de feminicidio que muestra un problema que se agudiza cada vez más. (Foto: El Comercio)
Ana Briceño

[ACTUALIZACIÓN] Ayer a las 11:15 de la mañana falleció Eyvi Ágreda luego de pasar 38 días en cuidados intensivos. Una infección generalizada acabó con su vida tras 12 operaciones por las graves lesiones que le causó el ataque de Carlos Javier Hualpa Vacas.

[NOTA ORIGINAL]

Carlos Hualpa no puede reprimir el llanto cuando menciona a su madre, quizá la única mujer en el Perú que no le negaría un abrazo a pesar de que el pasado 24 de abril intentó asesinar a una joven rociándole gasolina y prendiéndole fuego en un microbús, en Miraflores.

“Solo quiero decirle que la quiero mucho y lamento que esté pasando este momento [...]. Quisiera verla para despedirme”, dijo con la voz temblorosa cuando la jueza le concedió la palabra en la audiencia donde se le dictó nueve meses de prisión preventiva por haber atentado contra la vida de Eyvi Ágreda, de 22 años, a quien acosaba desde el 2015.

“Hualpa era una bomba de tiempo que iba a estallar en cualquier momento y nadie lo detuvo”, reflexiona el fiscal Humberto Ruiz, a cargo de la investigación a este sujeto, cuyo perfil psicológico se caracteriza por la “dependencia maternal”.

Carlos Carrión, el psicólogo forense que evaluó a Hualpa, explica que este tipo de acosadores son inestables, provenientes de hogares donde se los sobreprotege y engríen al máximo al extremo que sienten frustración cuando no consiguen lo que quieren. O también no han logrado sostener vínculos comunicativos con sus padres y son ensimismados.

“No han tenido una correcta educación sexual y distorsionan la realidad. Piensan que sus emociones deben ser correspondidas por la persona acosada. Ella debe representar la figura maternal. En el fondo desvalorizan la figura femenina. La mujer para ellos debe adecuarse a su estilo de vida. No son empáticos”, precisa el especialista.
Hualpa contó a los psicólogos forenses todas las veces que no pudo declararse a una chica por miedo a que lo desprecien y cuando finalmente lo hacía lo rechazaban.

Estos son otros rasgos que caracterizan la personalidad de un acosador: introvertido, solitario, sensible frente a las críticas tornándose hostil, de baja autoestima, agresivo, idealiza las relaciones afectivas con las mujeres, tiene temor al rechazo y considera que las mujeres lo tratan injustamente. Para Carrión, estas particularidades calzan en el prototipo.

El fiscal Ruiz resalta que al atentar contra Eyvi, Hualpa habría sentido una especie de liberación nociva de la cual no se habría arrepentido. Según lo que el agresor confesó a la policía, “ella tenía que recibir un escarmiento”. Quiso hacerle daño con fuego para aliviar sus frustraciones. Debido a sus graves quemaduras, Eyvi ha sido sometida a una octava operación la semana pasada pero su estado aún es crítico.

PROYECTO DE LEY: Medidas contra el acoso

En el Perú no hay cifras reales de cuántas mujeres son víctimas de acoso. Este no es un delito tipificado en el Código Penal. La congresista Marisa Glave ha presentado ante el Congreso un proyecto de ley que dispone solicitar a los jueces de paz letrados órdenes de restricción a los acosadores. Además, plantea sancionarlos con uno a seis años de cárcel si la persona acosada resulta afectada. Los acosadores podrían recibir tratamiento psicológico. La policía debe prestar auxilio inmediato.

—Desde el hogar—
Según la última encuesta de El Comercio-Ipsos, un 55% de peruanos considera que la “cultura machista” es la principal causa de las agresiones a las mujeres. El psicoanalista Eduardo Gastelumendi explica: “El machista comienza a serlo desde el hogar, asumiendo como natural la manera como los padres se tratan entre sí, cómo se valoran mutuamente, en la forma cómo discuten y cómo resuelven sus diferencias y se reconcilian. Y en las diferencias que se expresan en el distinto trato a hermanitos y hermanitas”.

“En el Perú se moldean, desde el hogar, prototipos inadecuados. Los varones deben ser agresivos, fuertes y competitivos, los que no expresan sus sentimientos y no lloran; las mujeres, más bien, deben ser sentimentales, dóciles. Eso refuerza el machismo”, recalca Carrión.

El psicólogo aconseja a los padres estar alertas cuando sus hijos sean muy introvertidos, aparentemente tranquilos e inexpresivos, porque podrían desarrollar el rasgo del “pasivo-agresivo”, una característica de Hualpa.

En el ensayo “Repensando el machismo latinoamericano”, la antropóloga Norma Fuller sostiene que en el Perú el hombre está perdiendo el control de la sexualidad femenina, pero aún persiste la cultura masculina centrada en el desarrollo de la fuerza y la virilidad entre los grupos de adolescentes.

—En las aulas—
Daniel Alfaro, ministro de Educación, dice que el machismo y las agresiones a mujeres deben ser temas abordados de forma integral, y es el colegio un actor clave. “El nuevo currículo nacional busca empezar a formar valores cívicos y ciudadanos, para que los alumnos conozcan sus derechos y deberes. Hay que entender la necesidad de ser empáticos”, sostiene.

También resalta que se han capacitado a 13 mil directores para que sepan cómo mejorar las normas de convivencia en las escuelas, identifiquen grupos vulnerables y trabajen junto a los padres de los menores que son víctimas de acoso. “En los próximos meses contaremos con 237 psicólogos para destinarlos a las unidades de gestión educativas de todo el país”, asegura.

Para la socióloga Patricia Ruiz, desde el sector educativo debe trabajarse con un enfoque de género que vaya en contra de los estereotipos y genere modelos igualitarios para hombres y mujeres.
La viceministra de la Mujer, Silvia Loli, dice: “Hay que transformar la sociedad hacia una más igualitaria”. Ella destaca un programa de “varones líderes”, que a través de campañas, luchan contra la violencia a la mujer en sus comunidades. Además, el de “las facilitadoras en acción”, mujeres que informan sobre los procesos para denunciar algún hecho de violencia.

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