Jorge Paredes Laos

En el último tercio de siglo XIX, desde la Portada del Callao se podía ver a Lima en toda su extensión. Se podía distinguir el océano a dos leguas de distancia y, al otro lado, el primer peldaño de la cordillera, la gran muralla de granito que separaba la ciudad del resto del país. Así la describió Camille Pradier-Fodéré, un ciudadano francés que llegó a vivir a Lima, a los 19 años, junto con su familia. Estudió en la universidad de San Marcos y permaneció en la capital peruana seis años, hasta entrado el año 1880, cuando ya se vislumbraba la catástrofe generada por la guerra con Chile. En 1897 este personaje publicó en Francia “Lima y sus alrededores. Cuadros de costumbres peruanas”. Ahí describió la geografía limeña, las costumbres de sus habitantes, los monumentos y la vida cotidiana en una ciudad que empezaba a transformarse.