LILIA CÓRDOVA TABORI
Con motivo de los 500 años del avistamiento español del Océano Pacífico, Evelyn Merino-Reyna y un grupo de especialistas, entre geógrafos, biólogos marinos, paleontólogos e historiadores, han creado Pacificum Perú, un proyecto que busca dar a conocer la historia e importancia del mar en nuestras vidas. Por estos días este grupo de emprendedores ha iniciado, en Paracas, el rodaje del documental Sin azul no hay verde.
Mira el trabajo de Evelyn Merino Reyna aquí
Cuéntanos sobre el proyecto Esta iniciativa pretende poner en valor al mar en los aspectos histórico, educativo, económico, social y espiritual. Para ello vamos a recorrer toda la costa peruana, desde Tumbes hasta Tacna. Nuestro objetivo es presentar un libro, un documental, una exposición itinerante y una plataforma web, además de actividades para que la población se identifique con el mar.
¿Cómo cuáles? Hace poco invitamos a niños, adultos, miembros de la Marina, policía de salvataje, pescadores y nadadores a conocer la isla de la Ballena. Siempre pasamos por este lugar pero no sabemos que tiene un ecosistema importante. Fuimos unas 500 personas que nadamos hasta allá para conocer las especies que la habitan. Además, en El Carmen hemos llevado a dos ONG para que expliquen a los niños la historia del lugar y las especies marinas.
¿Cómo te inicias en la fotografía aérea? Un amigo me invitó a hacer parapente. Nunca lo había hecho porque tenía miedo a la altura. Sin embargo, fue fantástico. Me sentí suspendida en el aire. Luego empecé a investigar en Internet. Al principio alquilaba parapentes y ultraligeros. Siempre viajo acompañada para poder hacer mis fotos. También pedí apoyo a empresas y entidades como la Fuerza Aérea para que trabajaran conmigo. Ha sido un reto abrir el panorama porque cuando comencé a volar no era simple ni barato.
¿Qué pensaba tu familia? Ellos se preocupaban porque gastaba todos mis ahorros en eso y ni siquiera sabía para dónde iba. Mi mamá y mi abuela han volado en ultraligero. A casi toda mi familia la he llevado a volar para que entiendan por qué estoy allí.
¿Tu hijo cambió tu vida? Me creó el miedo a seguir volando, pero por otro lado me dio ganas de llevarlo conmigo. Además, me estacionó en un solo lugar. Paré dos años y medio para dedicarme a él.
¿Cuántos años tiene? Cuatro y quiere ser mi piloto. Conoce de aviones y me carga la mochila.
¿Qué te falta fotografiar? Aún no tomo fotos en Arequipa. Cada año he ido aportando a la foto aérea alguna disciplina que no sea la mía: el primer año investigué la historia de la ciudad, luego el urbanismo y la arquitectura
Cuéntanos alguna anécdota Más que anécdotas son los encuentros maravillosos en el mar. Hace poco viajábamos en ultraligero y vimos un grupo de delfines. Cada vez que nos acercábamos, ellos se volteaban a mirarnos. Uno de ellos parecía sonreír. Esto me cautivó de por vida. Ese contacto con la naturaleza es lo que más me impacta.
¿Qué visión tienes de la ciudad luego de conocerla desde arriba? Desde el aire todo se ve hermoso. Al volar veía un cuadro puntillista lleno de colores. El mar parece una acuarela. Por eso me enamoré de Lima y tuve ganas de compartir estas imágenes con los demás.
¿Qué podemos hacer para vivir en armonía con la naturaleza? Tengo registro de pampas abiertas que de un año para otro son invadidas. Sin embargo, existen algunos proyectos en Lima donde se están construyendo urbanizaciones con áreas verdes. Nunca vamos a poder estar adelante del crecimiento. Con las imágenes aéreas podemos hacer un planeamiento a futuro.
¿Te gustaría que más personas pudieran conocer la ciudad desde este punto de vista tan particular? Por supuesto. Necesitamos que más personas registren el crecimiento y el comportamiento de la ciudad para que todos podamos tener esta otra visión que aporta muchísimo. Me llaman sociólogos, empresas y municipalidades interesadas en mis fotos. Hay un mercado para la fotografía aérea. Estos años me han enseñado que nunca puedo dejar de soñar ni apostar por mis instintos. Si hubiera sido así, en el primer año hubiera dejado de hacer foto aérea. Siempre tuve la idea de compartir lo que iba aprendiendo con los demás.
¿Y cuando regresas te acostumbras a tomar fotos en tierra? He hecho foto fija para cuatro largometrajes y algunos cortos. He trabajado con Claudia Llosa en “Madeinusa” y Josué Méndez en “Dioses”. Me encanta hacer fotos de danza.
Volviendo al mar, ¿qué sigue después de Pacificum Perú? Nos gustaría hacer este proyecto en todos países que tienen salida al Océano Pacífico. Queremos dejar en claro que en el mar no hay límites. Todos compartimos las mismas corrientes y si hay contaminación nos va a afectar por igual. Espero continuar la ruta el próximo año.