“El vestido al revés”: Un fragmento del arte de Tania Bedriñana que revela las huellas de su juventud

El imaginario artístico de Tania Bedriñana comenzó desde hace más de treinta años, acuñando un considerable número de aportes a las artes visuales. Articulando sus propuestas en base a sus propias experiencias, en las que se encuentra la presencia del cuerpo, principalmente femenino; las piezas de Bedriñana son como fragmentos de sueños y fantasías, pero también manifiestos sobre la presencia de la mujer en diferentes espacios.

Su trayectoria dentro del rubro artístico dio inicio como bachiller en Pintura por la Pontificia Universidad Católica del Perú, para luego complementar sus estudios en las ciudades alemanas Kassel y Berlín. Desde entonces, su nombre ha sonado en diversos lugares del mundo. La artista peruano-alemana es reconocida por sus exposiciones individuales y colectivas en Lima, Berlín, Nueva York, Hamburgo y París. Su habilidad para las artes visuales, además de su agudeza para hablar de las relaciones de poder en el espacio doméstico, la convierten en una valiosa figura femenina en la escena peruana del arte.

Tania conjuga la memoria afectiva, los vínculos familiares y la técnica cut-out para crear piezas orientadas a la reflexión de su propia infancia y juventud. Así, sus obras presentan un abanico de emociones que son complejas y contradictorias, y que revelan una profunda sensibilidad estética y espiritual.

El universo de la artista interpela y, a la vez, recuerda la fragilidad de la vida y de las relaciones interpersonales, mediante colores neutros. Por este motivo, Residencia de Al Lado y la Galería del Paseo organizaron un Open Studio que se presentó en el espacio ICPNA San Miguel desde el pasado septiembre, recopilando sus trabajos de pinturas e instalaciones realizados entre 2002 y 2022, creando así la exposición: “El vestido al revés”.

La exhibición cuenta con las obras más recientes de la artista, en su mayoría dibujos en gran formato que prestan atención a la interacción social en espacios domésticos. Entre ellos, se encuentra la obra Alas de mariposa (2002), una ambiciosa instalación que incluye figuras recortadas sobre la pared, acuarelas sobre papel y video-animación. Presentada originalmente en Alemania, la propuesta aborda las transformaciones del cuerpo femenino durante la pubertad.

El curador de esta muestra, Miguel A. López, reconoce que los personajes de Bedriñana siempre se encuentran en un clima de inseguridad y peligro. “La artista difumina los cuerpos hasta fusionarlos con la lluvia, haciendo colisionar la sensación del cobijo con la del desastre inminente”, detalla. Y es que, las obras de Bedriñana son portales hacia estados emocionales difíciles de nombrar o asir, invitando a los espectadores a especular sobre la relación que hay entre los personajes, los objetos y los espacios. “En esta muestra, la artista nos hace ingresar a escenas que son ambientes emocionales cargados, portando siempre un vestido al revés”, concluye.