El Icpna cuenta con una voluminosa colección de obras, reunidas desde la primera exposición de grabadores peruanos contemporáneos, que se realizó en la sede Lima Centro hace más de 50 años.
El Icpna cuenta con una voluminosa colección de obras, reunidas desde la primera exposición de grabadores peruanos contemporáneos, que se realizó en la sede Lima Centro hace más de 50 años.
Czar Gutiérrez

La punta de metal avanza trazando surcos, hiriendo la fibra, perfilando la imagen matriz que se reproducirá al espejo. Cuchillos, gubias y buriles trabajan sobre superficies de madera, cobre, zinc o linóleo. Para una actividad que, en realidad, empezó hace 3 mil años cuando los sumerios tallaban piedras cilíndricas y las hacían rodar sobre arcilla blanda, estampándola. Será con la aparición de ese prodigioso contenedor en pulpa de celulosa llamado papel (China, siglo II a.C.) cuando el grabado adquiera su carácter multiplicador. Carácter que, antes de la imprenta, funcionó básicamente como un medio de comunicación.

Y en el caso específico del Virreinato del Perú, como un órgano evangelizador. Planchas de cobre y tacos de madera burilados servían para la reproducción de estampas marianas, ideales clásicos e ilustraciones educativas. Recién en el siglo XVIII se concibe el grabado como una pieza original. Y no sería hasta el siglo XIX cuando los artistas comienzan a producir ediciones limitadas de sus obras y, claro, a firmarlas. Todo un arco temporal previo al advenimiento de nuestros notables xilógrafos indigenistas comandados por José Sabogal, pioneros en desagraviar al hombre andino.

El Perú Ilustrado. Lima, 1890. Ilustración litografiada
El Perú Ilustrado. Lima, 1890. Ilustración litografiada

—Grabando la historia—
Será precisamente el pintor de Cajabamba quien fractura el colonialismo académico para crear una escuela nacional cuya impronta vernácula seguirían Camilo Blas, Alicia Bustamante o Carlota Carvallo, sucesores de una tradición que se remonta a 1613, cuando aparece el primer ‘taco’ limeño en metal. Luego aparecerán los notables retratos de Santa Rosa de Lima en su beatificación (1668) y canonización (1671), para una trayectoria que va de la mano con la difusión de la imprenta gracias al italiano Antonio Ricardo (1874), en cuyos impresos ocurrirá el primer encuentro entre los saberes europeos y la civilización amerindia.

Marcelo Cabello. Santa Rosa de Lima, verdadero retrato. Siglo XIX
Marcelo Cabello. Santa Rosa de Lima, verdadero retrato. Siglo XIX

La reproducción calcográfica de José Vásquez y Marcelo Cabello –retratistas de reyes, curas, militares y túmulos funerarios– encontrará rebote en la prensa decimonónica y su iconografía progresista –"El Correo del Perú", semanario fundado en 1871 por los hermanos Isidro, Manuel y Trinidad Pérez, y la revista "El Perú Ilustrado" (1887-1892), fundada por Peter Bacigalupi–. La obra monumental de Antonio Raimondi en geografía, etnología, botánica y minerología; los fardos funerarios de Wilhelm Reiss y Alphons Stübel en el cementerio de Ancón; o la cerámica iconográfica de Arthur Baessler en sus desentierros de Pachacámac, Ancón, Pacasmayo, Trujillo y Chimbote, serían difundidos gracias a semejante técnica.

Toda esta riqueza patrimonial, antes dispersa y casi inédita, acaba de hallar un espacio de conservación, difusión e investigación permanente. "Hace más de cinco décadas que el Icpna viene trabajando en la producción de la estampa, su desarrollo estético y la proyección del grabado en el Perú", dice Alberto Servat, gerente cultural de una institución que se dispone a abrir las puertas de un excepcional museo dedicado exclusivamente a ese arte pretérito. Ubicado en su sede de La Molina, con esta inauguración el Icpna consolida su trayectoria ofreciendo una plataforma para que entidades culturales y educativas, públicas y privadas, coleccionistas y artistas encuentren el espacio ideal para estudiar el grabado peruano.

—Ríos de tinta—
Lo cual deviene en el corolario perfecto para una institución pionera en organizar los salones nacionales y las bienales internacionales. Así, el nuevo museo reúne 700 piezas que contienen representaciones de los últimos 500 años en dos secciones: en el primer piso está la historia, desde que llegó al Nuevo Mundo hasta la obra de Sabogal en el siglo XX. Lo componen una selección de piezas originales provenientes del Museo de San Marcos, el MALI, el Banco Central de Reserva, la Biblioteca Nacional del Perú y una nutrida selección de diferentes colecciones privadas.

El primer piso de este museo está dedicado a la historia, desde que el grabado llegó al Nuevo Mundo hasta la obra de Sabogal en el siglo XX.
El primer piso de este museo está dedicado a la historia, desde que el grabado llegó al Nuevo Mundo hasta la obra de Sabogal en el siglo XX.

En el segundo piso se ubican, más bien, las piezas de su propia colección. Como se sabe, el Icpna cuenta con una voluminosa muestra en diversas técnicas desde la primera exposición de grabadores peruanos contemporáneos, que se realizó en la sede Lima Centro en 1965 y que reunió alrededor de 100 trabajos elaborados por notables como Sabogal, Carlos Bernasconi, Julia Codesido, Eduardo Moll, Camilo Blas, Julio Camino Sánchez, entre otros. Al siguiente año, en noviembre del 1966, la segunda edición pasó a ser salón y, con el formato de concurso, ocurrieron 31 ediciones hasta el 2005, cuando se llevó a cabo la primera bienal internacional.

"La idea es impulsar la conservación, investigación y difusión de este arte en el Perú, así como priorizar la preservación de matrices, estampas, técnicas y temas", señala Roberto Hoyle, presidente del directorio, abriendo las puertas de una espléndida serie de imágenes trazadas por medio del tórculo o la prensa. Obras desarrolladas a partir de la piedra litográfica que las dibuja. Una explosión de tinta en variables que van del aguafuerte, el burilado y la serigrafía a colagrafías, aguatintas, litografías, xilografías, linóleos, intaglios, técnicas mixtas, procedimientos fotográficos, digitales y de láser. Un excelente preámbulo para el lanzamiento de la próxima bienal del 2022, nada menos.

MÁS INFORMACIÓN
Lugar
: Jr. La Floresta 100, Urb. Camacho, La Molina.
Horario: de lunes a sábado de 11 a.m. a 8 p.m. a partir del miércoles 14 de agosto. El ingreso es libre.

Contenido sugerido

Contenido GEC