Una escultura de un robot del anime “Gundam”, de 18 metros de altura, permanece vigilante frente a un centro comercial en Tokio. (Foto: Reuters)
Una escultura de un robot del anime “Gundam”, de 18 metros de altura, permanece vigilante frente a un centro comercial en Tokio. (Foto: Reuters)
Enrique Planas

Inició la colonización japonesa del mundo: Mazinger Z, estrella del primer mecha (meka en japonés), género protagonizado por robots gigantes tripulados, comandó la primera invasión del anime. Su historia comienza con el hallazgo científico de unos milenarios colosos en una isla perdida. Enfermo de poder tras descubrir los alcances del descubrimiento, el Dr. Infierno decide eliminar a todos los miembros de su expedición. Para enfrentarlo, el único sobreviviente, el Dr. Juzo Kabuto, construye un robot gigante con aquella tecnología descubierta: el compuesto Z y un elemento secreto llamado japonium.

Creado por el hombre como extensión de sí mismo, Mazinger Z será la máquina perfecta con la cual un humano pueda establecer una relación de interdependencia. Asesinado Kabuto por el Dr. Infierno, será su nieto Kōji quien pilotee al robot para combatir a su ejército de máquinas. Mazinger Z dispara sus puños, mientras que Afrodita, su compañera mecánica, lanza sus redondos pechos.

Igualmente icónico resulta "Mobile Suit Gundam", anime de Yoshiyuki Tomino, emitido por primera vez en la televisión japonesa en 1979. Este fenómeno de la animación presenta robots gigantes, los Mobile suits, pilotados por jóvenes soldados en plena guerra intergaláctica.

Otro anime fundamental, "Evangelion" (1995), producido por el estudio Gainax, supone un radical cambio. Creado por Hideaki Anno, la serie nos habla de un dios harto de su creación, que decide destruir a los hombres enviando a sus ángeles. Con sus chicas increíbles, gigantescas máquinas de pelea, introspección psicológica, retrofuturismo y triángulos amorosos, "Evangelion" cierra la brecha entre los mundos del mecha y del shoujo (melodrama para chicas), como si hubiera logrado fusionar al poderoso Mazinger con la dramática Candy. Un género híbrido, donde metal y corazón laten al unísono.

Dibujante Gō Nagai en el estreno del filme “Mazinger Z Infinity”, en el Festival de Cine de Roma, en octubre del 2017. (Foto: Reuters)
Dibujante Gō Nagai en el estreno del filme “Mazinger Z Infinity”, en el Festival de Cine de Roma, en octubre del 2017. (Foto: Reuters)

UN ROBOT PROTECTOR
El mecha no debe ser comparado con una suerte de Godzilla mecanizado, utilizando la metáfora fácil de la criatura surgida tras la pesadilla del estallido de las bombas atómicas sobre Japón. En efecto, sorprende saber que los robots gigantes preceden a la pesadilla posatómica.

Como destaca el escritor estadounidense Peter Carey, dos veces ganador del premio Booker, dos años antes de Hiroshima ya existía un anime aterrador titulado "Kagaku Senshi Nyu Yoku ni Shutsugen su" ("El guerrero científico aparece en Nueva York"), donde un enorme robot con púas en los pies aplasta Manhattan echando humo y veneno por todos sus agujeros. Ciertamente, el mecha sintetiza historias bélicas anteriores, y por ello transmite su característica sensación de poder, gloria y honor (tan seductoras para el público infantil). Pero como Carey analiza en su libro "Equivocado sobre Japón", este género despierta sensaciones más complejas.

Imaginemos, pues, a individuos convertidos en un solo organismo conectado a la máquina, como lo hace Kōji Kabuto frente a los controles de Mazinger Z. Un piloto aislado dentro de su robot, simbolizando al individuo separado de su sociedad. El gigantesco mecanismo le ofrece una protección imposible de conseguir ante el horror de la guerra real. Encapsulado (en algunos casos asumiendo una posición fetal), el piloto tiene garantizada su supervivencia.

Así, en el mecha, un robot no es un superhéroe. Alcanza a ser solo un posapocalíptico vehículo (o armatoste) de sobrevivencia.

LA EXPOSICIÓN
Junto con populares makis, el sake, los animes, el bonsái y el ikebana, los mechas serán protagonistas de la edición 46 de la Semana Cultural del Japón, que del 2 al 9 de noviembre organiza la Asociación Peruano-Japonesa y la Embajada del Japón. "Meka: historia de los gigantes de metal" es el título de la exposición de model kits, figuras y 'die cast' reunidos por el club Hobby Mech Perú desde el 6 de noviembre. Una aventura de 46 años, desde el legendario Mazinger Z hasta los metálicos samuráis de hoy.

MÁS INFORMACIÓN
Lugar: Galería de Arte Ryoichi Jinnai, C.C. Peruano-Japonés. Av. Gregorio Escobedo 803, Jesús María.
Inauguración: martes 6, 7:30 p.m.
Ingreso: libre.

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