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Pasaporte para un Artista: el concurso se renueva - 2
Enrique Planas

Desde el ingreso a la galería sorprende el cambio: aún huele a pintura, a pegamento, a tíner, mientras los artistas instalan sus obras en los espacios asignados de la galería del Centro Cultural de la Católica. Se supone que los nueve seleccionados por el jurado del premio Pasaporte para un Artista compiten entre sí, pero no vemos una competencia. Más bien, somos testigos de un diálogo. 

Está claro que, en su decimoctava edición, el premio organizado por la Alianza Francesa de Lima y la Embajada de Francia en el Perú experimenta un decidido relanzamiento. Casi todo ha cambiado: esta vez habrá un solo ganador (y no tres puestos como en ediciones anteriores), se reduce el número de seleccionados, se plantea un tema central y se establece una curaduría, este año a cargo de la historiadora de arte Patricia Ciriani

Con estos cambios se busca revitalizar un premio que, en sus ediciones recientes, se había convertido en un muestreo de ideas e impulsos muchas veces incoherente. Y la curadora invitada es consciente de ello: “En los últimos años, el medio artístico criticó mucho el premio. Por eso, esta vez hay una curaduría que propone unir las obras con su espacio, adaptando el trabajo de cada artista al espacio de la galería y conectando a los artistas entre sí”.


De Arturo Torres. El cuerpo convertido en coordenadas para un paisaje: el artista presenta notable estructura “Aquí acontece un sueño”. (Foto: Hugo Pérez)

De Arturo Torres. El cuerpo convertido en coordenadas para un paisaje: el artista presenta notable estructura “Aquí acontece un sueño”. (Foto: Hugo Pérez)

Este año, se presentaron 96 portafolios al premio y solo nueve artistas fueron los llamados. A partir de entonces, la curadora mantuvo con ellos una constante relación. “Antes, el artista trabajaba solo, preparando su propuesta durante tres meses. Ahora, hemos permanecido en contacto con los artistas para poder ver sus avances y relacionarlos con otros. Les he animado a ‘contaminarse’ entre todos. Hemos buscado favorecer siempre el diálogo entre ellos, generando espacios de conexión”, afirma. 

COMPETENCIA QUE UNE
Como explica la curadora, su reto ha sido adaptar cada obra, creada con el tema “Libertad, yo y los otros”, a los espacios de la galería, en una muestra que huye de un centro, que no presenta un tronco común, que más bien despliega ramas inconexas y sin jerarquía, de acuerdo con una visión posmoderna y fragmentaria de la libertad. “Sartre decía que la libertad solo existe en su relación con las cadenas. No existe en sí misma, sino por contraste. Y eso lo han entendido bien todos”, señala. “Es imposible acceder a la libertad si no sabes quién eres. Y para saber quién eres, tienes que saber cómo relacionarte con el medio en el que estás. Solo entonces puedes buscar emanciparte de cadenas inevitables en cualquier sociedad”, añade Ciriani. 

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