La conmemoración del trigésimo aniversario del fallecimiento de Chabuca Granda ha servido como excusa para que un grupo de artistas impulsados por la Municipalidad de Lima hagan resurgir la imagen de la diva criolla en una serie de murales dibujados en las calles del centro histórico.
El pintor Daniel Córtez (alias Decertor) y el tipógrafo Elliot Túpac una dupla ya conocida dentro del arte urbano han sido los encargados de realizar uno de los murales que ahora se exhibe entre los grises jirones Tórrico y Callao.
Trabajar en la obra, durante dos extenuantes días, no fue fácil, pues, como dice Elliot Túpac, no todas las calles son benévolas con este arte.
Esta zona, por ejemplo, es muy tugurizada y la actividad de las imprentas a la que la gente se dedica hace que no sean de los que se den un tiempo para mirar alrededor. Aún así creemos que lo que hacemos al dejar algo muy libre en la calle pueda generar algo en las personas e invitarlas a reflexionar, dice el artista.
Usar imágenes tan coloridas como esta es muy importante dentro del factor sicológico de la calle. Con esto hacemos que la gente que trabaja en la zona pueda tener una dosis de color y, quizás, de alegría dentro de su rutina. Hay quienes dicen que este tipo de arte debería tener su propio espacio, pero el lugar de este tipo de intervenciones es la confrontación con las personas y no llevarlo a un rincón o al perímetro de un estadio. Hay que hacer que la gente conviva con ello, añade Córtez.
Ambos artistas se alistan para viajar dentro de poco para participar en intervenciones en el extranjero. Daniel Córtez irá a Bolivia y Elliot Túpac a Costa Rica. Mientras tanto, el trabajo de este y otros artista que también participaron en el homenaje a Chabuca como Alice Wagner y Luis Chumpitazi, se pueden ver a la vuelta de la esquina: es cuestión de darse un tiempo para mirar lo que nos rodea.