RODRIGO BEDOYA FORNO

Chlöe Grace Moretz dudó mucho cuando se enteró de que MGM iba a hacer una nueva versión de Carrie:https://elcomercio.pe/tag/183905/carrie, la mítica cinta, basada en una novela epistolar de Stephen King sobre una niña maltratada por su madre y sus compañeros de colegio, pero que tiene poderes telequinéticos.

La actriz había visto la película de Brian de Palma durante el rodaje del filme de vampiros “Déjame entrar”, y le había fascinado; por ello, dudaba si una nueva película podía igualarla. “Que un gran estudio se interese por hacer ‘Carrie’ puede hacer que todo se centre muy fácilmente en la sangre y los súper poderes”, comenta la intérprete, quien conversó con algunos medios mundiales, entre ellos El Comercio. “Pero cuando me dijeron que Kimberly Peirce era la directora, les dije que ya habían asumido el primer reto al contratar a una directora de verdad”, añade.

En efecto, Peirce sale de la cantera independiente, y es recordada por su trabajo como realizadora de “Los muchachos no lloran”, cinta que le dio su primer Óscar a Hilary Swank. “Ella es una directora intelectual, muy inteligente, que no es la protegida de los estudios. No hace la película de 100 millones de dólares: ella hace personajes reales, oscuros, con personalidades reales”, explica la joven actriz.

Grace Moretz quiso que su Carrie fuera real, sobre todo, porque su infancia fue lo más distinta posible a la del personaje: ella tuvo una familia feliz y una infancia tranquila. “Pero cuando me reuní con Kimberly por primera vez, yo acababa de cumplir 15 años”, recuerda la actriz. “En ese momento, mi familia estaba pasando por muchas cosas. En esa época te das cuenta de que tus padres son humanos, con errores, y no figuras endiosadas. Y pasar por eso, mientras lidiaba con el personaje, fue mucho para manejar. La intención de la directora era verme crecer y aprender, y así fue”, comenta.

UNA RÁPIDA CARRERA Chlöe tiene 16 años. El 2005, consiguió su primer rol en una cinta importante: “Terror en Amityville”. Las cosas no han parado desde ese momento. “Comencé con buen pie y pude seguir. He tenido mucha suerte”, dice la joven intérprete. “Ahora vienen excelentes directores, productores y guionistas, que me dicen que les gustaría trabajar conmigo por lo que he hecho. Ahora puedo exponer mis emociones y conversar con los directores ante cada nuevo proyecto”, complementa.

Grace Moretz comenta que nunca acepta un proyecto antes de leer el guion. “Me juré que nunca haría un proyecto solo por dinero. No acepto películas a menos de que no esté de acuerdo con todo lo que pasa. Hay mucha gente que cree que son tu dueño, que te pagan por eso. Yo veo hasta al último productor, porque un mal productor puede perjudicar todo el proyecto. Muchas veces uno entra a una cinta pensando que es una cosa y termina siendo otra. Uno nunca quiere conflicto, porque hacer una película es algo muy personal”, sentencia.

Hay algo que sorprende (y asusta un poco) de Grace Moretz: su forma de tener los pies sobre la tierra, a pesar de su corta edad. “No quiero ganar un Óscar tan joven: quiero ser mayor para poder apreciarlo más”, responde a la pregunta sobre si le gustaría llevarse la estatuilla dorada.

Una cosa es cierta: la chica la tiene clara.