No hubo brindis o alguna celebración ostentosa cuando terminó el primer día de rodaje de “[Wi:k]”. Había que ser consecuentes con esas reglas no escritas de la independencia. Lo que se hizo fue, mientras los ojos se encaminaban a cerrarse tras una jornada emocionante y demandante, volver a ponerle ‘play’ a “Extraños en el paraíso” (1984), el inolvidable clásico indie del director estadounidense Jim Jarmusch, sobre las idas y vueltas de un trío conformado por dos amigos y la prima de uno de ellos, en las que campean la sensación de absurdo, un humor basado en actitudes lacónicas, una rebeldía asordinada, una gracia que brota en medio de la nada y un perfil ‘lo-fi’ que desdeña la grandilocuencia.

El rótulo de la independencia es flexible y en él también caben la confusión, la abulia existencial, los prejuicios de la juventud que llevan a pensar egocéntricamente que el mundo se reduce a unas cuadras y  una catarsis acompañada por un tipo de pop o rock que sintoniza con ese desaliento, rabia y falta de pretensión.

Hacia ahí apunta “[Wi:k]”. Dirigida por Rodrigo Moreno del Valle y escrita por él mismo junto con Illary Alencastre, la austera puesta en escena de la película no traiciona el estado anímico de sus protagonistas y se vale de esa sensación engañosamente rutinaria para mostrar imágenes entrañables y expresivas. La cinta se centra en tres jóvenes clasemedieros de Lima que vagabundean en un verano en el que parece no pasar nada y dialogan con una naturalidad hilarante y rebosante de jergas limeñas. “Todos los días parecen domingo”, sentencia uno de ellos. Hasta que se meten en problemas.


Escena de "[Wi:k]", película que compite en el Festival de Cine de Lima. (Fuente: Difusión)

Sobre “[Wi:k]”, Moreno del Valle afirma: “Se trata de una mirada nada más. Sin sentenciar nada. No hay la intención de emitir un juicio. No se busca juzgar la sociedad como una totalidad. Con honestidad, esto es lo que conozco y te cuento. No hay más ambición que esa”.

¿Viene al caso la frase “vivir para contarla”? Tanto el director como Illary señalan que esta propuesta es remotamente autobiográfica. Es, más bien, el retrato de una sensación. En el caso de ellos, tal invocación los lleva a los 80 y 90. Moreno del Valle anota: “Hay una especie de desgano, del tipo para qué voy a hacer esto si no se va a llegar a nada. Me siento parte de una generación que miraba mucho hacia afuera, con personas que creían que lo importado era mejor, por ejemplo”. Pero tal frustración, ya en la pantalla, cobra otra dimensión. Adquiere sentido cinematográfico.

Illary agrega: “Mostramos algo que es propio de la edad. A los 19 años, tu visión del mundo es superestrecha, sientes que nada tiene sentido”. Y en ese sinsentido había una oportunidad narrativa para contar una historia y estructurar una evolución. La impresión de inmovilidad y de dar vueltas sobre el mismo lugar es engañosa.

Con ese desenfado independiente, no sorprendente que el rodaje de “[Wi:k]” haya sido de guerrilla, sudando la gota gorda y con un presupuesto eternamente al límite. ¿Es eso bueno o malo? Illary comenta: “El rodaje fue como tuvo que ser. No me imagino haciendo ‘[Wi:k]’ con un montón de plata. Hubiera salido otra película. Pero eso contribuye con el espíritu de la cinta”. Se agradece esa frescura y desfachatez.

MÁS INFORMACIÓN:

La cinta indie del peruano Rodrigo Moreno del Valle, presente en el Festival de Lima, sigue ese extraño encanto de tres jóvenes que vagabundean por la gris capital.

Funciones:

Cineplanet Alcázar: lunes 8, 3 p.m.
Sala Roja del CCPUCP (Av. Camino Real 1075, San Isidro): miércoles 10, 7:15 p.m.
El Festival de Cine de Lima culminará el 13 de agosto. 

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