(Foto: El Comercio)
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Milagros Asto Sánchez

Nací en Lima hace 27 años. Estudié Actuación en la Universidad de York, en Canadá, y en el 2014 regresé al Perú, donde he hecho seis obras de teatro y cinco películas. Hoy se estrena la tercera de ellas: ‘Rosa mística’, donde interpreto a

Su vida es muy distinta a la que la santa limeña llevaba a su edad. La historia de Santa Rosa de Lima, cuya festividad se celebra hoy, es más que conocida e incluye desde un pozo de los deseos hasta debatidos episodios de ayunos y flagelación.

La actriz Fiorella Pennano, que le ha dado un rostro y una voz a Isabel Flores de Oliva en la cinta que dirige Augusto Tamayo, dice que buscó mostrar al humano detrás del personaje y no juzgarlo. La conexión que logró es evidente. Pennano habla de Rosa como si se tratara de una amiga a la que se conoce de toda la vida.

— ¿Qué tienen en común Rosa y tú?
Yo soy muy apasionada, ella es apasionada a otro nivel, pero sin duda las dos tenemos una gran pasión por lo que hacemos y por lo que creemos.

— Después de investigarla y ponerte en su piel, ¿cómo describirías a Isabel Flores de Oliva?
Es una mujer valiente porque logró decir que no cuando no se permitía decir que no y pudo construir su propia vida, su propio camino, en un momento en el que una mujer no podía hacerlo.

— ¿La ves como una mujer empoderada?
Sin duda fue una mujer empoderada que se adelantó a su época gracias a su fuerza interior. Las mujeres en ese entonces no tenían permiso ni de caminar solas ni tenían la posibilidad de vivir en un lugar lejos de un hombre, y Rosa construyó su ermita y vivió ahí, en su propia casa, y construir un espacio propio en el siglo XVI era bastante imposible.

— ¿Crees que es fácil para los ‘millennials’ conectar con personajes como el de Santa Rosa?
Yo creo que para todos puede ser fácil conectar con su historia porque independientemente de si hemos nacido hace 400 años o ayer, todos somos seres humanos y nos podemos identificar con el hecho de tener un deseo, un objetivo, con sentirnos frustrados, con tener valor. Lo que busca esta película es mostrar al humano detrás de la imagen, detrás de la santa, y así poder conectar y producir empatía y compasión en las personas.

(Foto: El Comercio / )
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— Augusto Tamayo se demoró 40 años en preparar este proyecto. ¿Cómo fue para ti humanizar a un personaje tan icónico de nuestra historia?
Creo que pude hacerlo teniendo claro qué era lo que ella quería, encontrando los recursos interiores que de alguna forma justifican su manera de actuar. Investigué mucho. Sentí una gran responsabilidad al asumir este personaje, hasta el día de hoy la siento y creo que la voy a sentir toda la vida. Es un personaje tan importante para todos, porque al margen de que no lo consideres importante está presente en todas partes, en las calles, colegios, por todos lados.

— Es además un personaje muy complejo…
De alguna forma mi objetivo como actriz es encontrar al humano dentro del texto y eso siempre se encuentra en la dualidad de las cosas. Sí, ella fue una mujer fuerte, valiente, pero también obediente y humilde y muchas cosas más. Y esas características opuestas son las que hacen que uno pueda ver que todos tenemos un lado blanco y un lado negro, y un lado gris y un lado rosa y un lado rojo y todo lo demás.

— ¿Qué le criticarías a Santa Rosa?
A Rosa creo le criticaría su ayuno. Le diría que tiene que comer. Si la hubiese conocido, hubiese encontrado la manera de hallar cosas que le pudieran gustar y que le dieran nutrientes para que se alimentara mejor.

— ¿Qué relación vez entre Rosa y la peruana actual?
Yo no creo que las mujeres peruanas tengamos ni de cerca la vida de Rosa. No todas tenemos las mismas oportunidades, ni tenemos los mismos recursos para poder ser valientes. Creo que lo que puede darle Rosa a las mujeres peruanas de hoy es valor, valentía y empoderamiento, que creo que son deseos que sí están presentes en todas las mujeres.

— En “Rosa mística” te muestras casi sin maquillaje, con un pesado hábito. ¿Te costó esa parte de la interpretación?
En cuanto al maquillaje no, porque yo soy así en mi día a día. Siempre busco la comodidad. Al margen de tener producciones y sesiones de fotos, en mi día a día trato de ser siempre auténtica y relajada. Rosa no era tan relajada en ese sentido, ella tenía una razón por la que quería desprenderse de la vanidad.

Yo antes, hace varios años, cuando me tomaban fotos para las entrevistas quería ver cómo había salido, rogaba que no saliera mal. Hoy, después de varios años en este trabajo, la verdad es que ya no me importa tanto. Creo que la belleza es mucho más que salir bien en la foto. Entonces ponerme en la piel de Rosa no fue difícil, lo que fue difícil fue usar ese hábito porque son como seis capas de ropa y hacía mucho calor. Eso sí fue difícil de manejar.

(Foto: El Comercio / )
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— ¿Qué ha cambiado en ti en estos años?
He aprendido a entregarme más al universo, a soltar y a saber que uno no puede entregarlo todo. Trato de no poner tanta presión sobre mí.

— Has hecho cine y teatro, ¿qué te apasiona más?
Ahora tengo sed de hacer cine, sobre todo porque tengo mucho por aprender ahí. Me ilusiona bastante estudiar actuación en cámara, pero me siento mucho más cómoda en el teatro, me siento como pez en el agua.

— Volviste en el 2014 de Canadá, ¿cuál es el balance que haces de tu carrera?
Creo que me va muy bien. Tengo una carrera sólida y vivo de lo que amo, pero eso no quita que sea difícil. En todo el mundo esta carrera no es fácil porque depende de muchas otras cosas, de los personajes que se escriban, de las producciones. Lo importante es tener fe y también tener la posibilidad y la creencia de la autogestión, que es algo que practico.

— ¿Cómo lo haces?
Los últimos proyectos de teatro en los que he trabajado han sido gestionados por Animalien, la productora que tengo junto a Norma Martínez. Es importante que si uno no tiene trabajo o no encuentra un lugar en este mundo tan difícil del arte no se puede quedar esperando a que alguien lo llame, uno tiene que hacer sus propios proyectos, hoy hay un montón de oportunidades. Antes no existía You Tube, Facebook, Instagram, hoy hay otras ventanas donde comunicar y generar contenido.

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