Damien Chazelle y Ryan Gosling, director y actor de "First Man" (Foto: Reuters)
Damien Chazelle y Ryan Gosling, director y actor de "First Man" (Foto: Reuters)

Es una película que humaniza a ese mito que fue el primer astronauta de la historia en pisar la Luna llamado Neil Armstrong, con inquietudes tanto en el espacio sideral como en el dormitorio de su casa. Hay que recordar que ese hito se logró con una tecnología dinosáurica de hace casi 50 años. El ensayo y error fue letal, con más de una muerte en el círculo de trabajo de Armstrong. En su entorno familiar también asomó la tragedia: él tuvo una hija que falleció a los 2 años de edad.

Estas aristas entre el universo y la intimidad son retratas en la película , el regreso del director Damien Chazelle luego de arrasar con el musical "La La Land". Aquí vuelve a trabajar con Ryan Gosling, quien encarna a Armstrong y se mueve como pez en el agua con un nuevo personaje callado y enigmático.

En la edición 16 del Festival de Cine de Morelia en México, que se desarrolló en octubre de este año, Chazelle y el guionista Josh Singer atendieron a El Comercio –el primero ganó el Óscar a Mejor Director por "La La Land", y el segundo se llevó la estatuilla dorada a Mejor Guion por "Spotlight"– para hablar sobre "El primer hombre en la Luna", que ya se exhibe en los cines locales.

Sobre el alunizaje de 1969 existe más de una teoría de la conspiración (algunos afirman que todo fue un montaje y que nadie ha pisado el satélite de la Tierra), pero Chazelle y Singer –quien partió del libro “El primer hombre: la vida de Neil Armstrong”, de James R. Hansen– se alejaron de las especulaciones y optaron por rastrear las motivaciones de un personaje fascinante y de pocas palabras, además de bajarlo del pedestal de superhéroe para dotarlo de cualidades terrenales. Fue como preguntarse: ¿para qué sirve ir a la Luna?

Héroe americano: Neil Armstrong murió a los 82 años en el 2012. Aquí en un retrato de 1969, año en el que el hombre pisó por primera vez la Luna. (Foto: AFP)
Héroe americano: Neil Armstrong murió a los 82 años en el 2012. Aquí en un retrato de 1969, año en el que el hombre pisó por primera vez la Luna. (Foto: AFP)

— Armstrong tenía un sentido del humor particular. Su risueño colega Buzz Aldrin (Corey Stoll) dijo que llevaría las joyas de su mujer a la Luna, a lo que el parco de Armstrong añadió que preferiría llevar más combustible. ¿Cómo investigaron este aspecto?
Josh Singer: Esa línea que mencionas fue real. Durante la escritura, descubrir esos momentos de humor fue tan divertido como sorprendente, sobre todo en un hombre taciturno o contenido emocionalmente como él. Para un guionista, esos hallazgos son realmente una bendición.
Damien Chazelle: Conocer ese período de su vida –en la que tuvo tantas pérdidas– fue impactante. Él se levantaba de la cama como todo el mundo para ir a la oficina, trabajar o ganarse la vida, con la diferencia extraordinaria de que trataba de llegar a la Luna.

— Hablemos de las mujeres de la película, como aquellas interpretadas por Claire Foy u Olivia Hamilton (la primera encarna a Janet, la esposa de Armstrong). ¿Qué se propusieron?
DC: Esa es una de las partes de la historia que se han contado menos. Janet es clave para entender lo que le pasaba a Neil. Durante ese tiempo tumultuoso de los ocho años que mostramos en la película, él estuvo cerca de la muerte varias veces, y ella era quien mantenía unida a la familia y guardaba las apariencias ante el público, porque los astronautas representaban el ideal estadounidense y tenían que sonreír.

— La relación entre Armstrong y su hija es clave. ¿Cómo trabajaron este aspecto?
JS: James R. Hansen llegó a conversar mucho con Neil, con su hermana June y con Janet. A través de ellos, comprendimos mejor el sentido de esta pérdida de la hija para Neil. Es curioso porque, años atrás, cuando empecé a escribir el guion, yo aún no era papá. Ahora tengo un hijo de 2 años. Entonces, cuando escribía, contaba con una cierta intuición sobre lo que quería contar. Hoy soy mucho más consciente de lo que es una relación entre padre e hijo.

— Más allá de la fascinación natural del ser humano por la carrera espacial, ¿de qué manera esta historia conecta con ustedes a un nivel personal?
DC: Me interesó el factor humano de la historia porque, obviamente, solo puedes imaginar lo que es caminar sobre la Luna. Los costos que se requieren para lograr un objetivo, o la manera como la vida y el trabajo se confrontaban –que en este caso implicó encontrar un equilibrio entre la vida espacial y la vida doméstica– son aspectos que he abordado en mis películas anteriores, pero siento que en esta ocasión pude desarrollarlos de una manera profunda mediante una historia que tuvo impactos tanto a nivel individual como en el mundo entero. Eso es algo de Neil que nos inspiró mucho: la manera como se enfrentó a las adversidades internas y externas.

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