El argentino Santiago Pedrero y la peruana Paulina Bazán en una escena de la película “La migración”.
El argentino Santiago Pedrero y la peruana Paulina Bazán en una escena de la película “La migración”.
Redacción EC

Películas como "Nadar solo" (2003) y "La vida de alguien" (2014) son incuestionables clásicos del cine 'indie' en Latinoamérica. El artífice de estas obras es el cineasta argentino Ezequiel Acuña. Él vive en el Perú desde el 2016. Y en nuestro país se sitúa su última película, "La migración", la cual tendrá sus primeras proyecciones en el Festival de Mar del Plata que comenzará el 10 de noviembre.

En este filme, nuevamente se despliegan esos rasgos habituales de su querida filmografía: la empatía por unos personajes con déficit sentimental y emocional (el cine es útil para darle sentido a las confusiones), el campo minado de los afectos, el encanto de esa torpeza de no saber a qué atenerse, una búsqueda incierta, la sensación de estar en un limbo, el salvavidas de la música y la creación, el brillo del humor en medio de la melancolía o la juventud que se nos va sin que se sepa adónde ir. En más de una escena, Acuña registra Lima con una sensibilidad cinematográfica como pocos lo han hecho.

"La migración" es la continuación de "La vida de alguien". En esta última, un músico de 30 años (Santiago Pedrero) recibe sorpresivamente una oferta para editar un material que grabó con una banda ya disuelta y que nunca se publicó. Además, un querido amigo de ese grupo se extravió y sigue no habido. En "La migración", el protagonista saldrá a buscar a ese compañero. Las pistas lo traerán al Perú.

LO MEJOR ESTÁ POR VENIR
En la sinopsis sobre "La migración" difundida en el Festival de Mar del Plata, se lee: "Si en 'La vida de alguien' Ezequiel Acuña concentraba las obsesiones temáticas y estilísticas de su cine –la pérdida, la ausencia, la nostalgia por días pasados, la música y su carácter intrínseco en la vida de las personas–, 'La migración', continuación directa de aquella película, es su quintaesencia. Aquí Santiago Pedrero vuelve a ser Guille, un músico que sigue anclado a algunas cuestiones del pasado, mientras la juventud se le escurre lentamente. Ahora está de paso por Lima, donde intenta seguir el rastro de Nico, su amigo y compañero de banda que sigue ausente y cuyo destino pocos conocen. Acuña trabaja con elementos que conoce a la perfección, y propone ese limbo en el que los protagonistas se dejan cobijar (pocos directores quieren a sus personajes como él), distantes por su timidez, pero entregados a la posibilidad de una nueva compañía. Pero ahora, aun con la molesta resignación que pueden acarrear los años vividos, esboza un leve fulgor que insinúa que quizás lo mejor está por venir".

Además del argentino Santiago Pedrero, destaca en "La migración" la actuación de la peruana Paulina Bazán, entre otros talentos locales. A esperar la exhibición del filme en el Perú.

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