Zar Amir Ebrahimi (41) fue condenada por la justicia de Irán a 10 años de cárcel y 99 latigazos debido a la difusión sin su consentimiento de un video íntimo, en el año 2006. (AFP)
Zar Amir Ebrahimi (41) fue condenada por la justicia de Irán a 10 años de cárcel y 99 latigazos debido a la difusión sin su consentimiento de un video íntimo, en el año 2006. (AFP)
Juan Carlos Fangacio Arakaki

La historia de la actriz Zar Amir Ebrahimi (Teherán, 1981) es escalofriantemente similar a la de muchas mujeres en Irán. En el 2006, la difusión de un video íntimo suyo motivó una agresiva campaña en su contra, e incluso una condena de 10 años de cárcel y 99 latigazos por parte de la justicia de su país. Una sanción que ella solo pudo evitar exiliándose en Francia, donde ha podido construir una sólida carrera y, sobre todo, sobrevivir.

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En la película “Holy Spider” (“Araña sagrada”), el personaje que Ebrahimi interpreta no dista mucho de esa realidad atroz. Allí encarna a la periodista Arezoo Rahimi, la encargada de seguir la pista de un asesino en serie que se dedica a matar a trabajadoras sexuales. La ficción se basa en un caso real: el de Saeed Hanaei, un hombre que acabó con la vida de 16 mujeres entre los años 2000 y 2001.

Lo llamativo de “Holy Spider” es que, aunque está presentado como un ‘thriller’ o un ‘film noir’, es sobre todo un crudo retrato de la violenta misógina en la sociedad iraní. De allí que, en el proceso de investigar al asesino, la protagonista deba padecer el acoso de policías, el desprecio machista de un juez, y la hostilidad de una colectividad que parece odiar a las mujeres.

Zar Amir Ebrahimi (segunda desde la izquierda) interpreta en "Holy Spider" a una periodista que le sigue los pasos a un asesino de trabajadoras sexuales en Irán. (MUBI)
Zar Amir Ebrahimi (segunda desde la izquierda) interpreta en "Holy Spider" a una periodista que le sigue los pasos a un asesino de trabajadoras sexuales en Irán. (MUBI)

VIOLENCIA SISTEMÁTICA

Dirigida por Ali Abbasi, “Holy Spider” es una producción danesa que tuvo que filmarse en Jordania, debido a las restricciones y obstáculos dentro de Irán. “Yo he recibido amenazas de muerte por parte del gobierno. El director de la película aún no puede regresar al país. Y muchas de las personas del elenco y la producción volvieron a Irán, pero fueron todas castigadas. No pueden trabajar”, comenta a El Comercio Ebrahimi, la actriz protagonista.

El rol de Ebrahimi en “Holy Spider” le valió el premio a la mejor interpretación femenina en el prestigioso Festival de Cannes del 2022. Su papel es de una contención notable, en contraste con el abordaje a veces excesivamente violento y tosco de la película en sí. Sobre esta característica del filme, le consultamos a la actriz si mostrar la crudeza de los asesinatos de mujeres no podría interpretarse como un caso de revictimización gratuita.

“Me parece que depende –responde Ebrahimi–. A veces mostrar este tipo de violencia es necesario para transmitir lo que se siente. Porque estos asesinatos ocurren en el mundo real. Ignorar ese tipo de imágenes no resuelve ningún problema. Hay ‘blockbusters’ de Hollywood con escenas que me parecen más duras y chocantes que las de esta película. Por eso creo que cerrar nuestros ojos para evitar la realidad no sirve de mucho”.

En un momento específico de la película, el personaje de la periodista reclama a las autoridades iraníes que se cumpla con aplicarle al asesino los 100 latigazos a los que fue sentenciado. ¿Por qué una mujer supuestamente defensora de los derechos humanos reclamaría un castigo físico de esa manera?, le consultamos.

“Yo le hice la misma pregunta al director cuando leí esa parte del guion. Incluso pedí que se quitara de la escena. Pero él se negó y me dijo que lo había puesto así porque nadie es perfecto. Y tenía razón. Porque la periodista trae sus miedos a la historia también, y desea ver al asesino castigado de la peor forma posible, así como él se ensañó con tantas mujeres. Esa es la gran diferencia entre alguien como yo y mi personaje. Es algo que yo no pediría ni siquiera para mi enemigo”, explica la actriz.

RESISTIR Y LUCHAR

Para Ebrahimi, “Holy Spider” es también una reivindicación para las mujeres iraníes, que en los últimos meses han asumido el liderazgo de las manifestaciones contra el régimen teocrático del país. “Creo que al mostrar sus cuerpos, su piel, su cabello, la película también nos está devolviendo nuestros cuerpos. Por eso no solo es una cinta sobre un asesino, sino sobre una sociedad asesina en general. Aquí el asesino es un reflejo de todo un sistema patriarcal y misógino”, advierte la actriz.

Tras el estreno y circulación por el mundo de la película –es una de las prenominadas a mejor película de habla no inglesa en los Óscar–, la respuesta desde Irán ha sido agresiva y brutal, pero Ebrahimi no ha dudado en seguir desafiando al poder que oprime a mujeres como ella. “No es fácil despertarte cada mañana y ver todas esas amenazas. El miedo siempre está aquí –confiesa–. Pero no me lo tomo en serio. Ellos hablan mucho y luego no hacen nada. Esa es su forma de actuar. De cualquier manera, no podrán tocarme”.

Sepa más…
Estreno de interés

“Holy Spider”, dirigida por Ali Abbasi, se puede ver desde el jueves en salas seleccionadas a nivel local.

También estará disponible en la plataforma MUBI a partir del 10 de marzo.




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