"El maestro del dinero": comentamos lo nuevo de Jodie Foster
Sebastián Pimentel

es sin duda una de las actrices más des tacadas de Hollywood. Pero lo que algunos olvidan es que su segundo premio Óscar como Mejor Actriz con “El silencio de los inocentes” (1991) opacó su debut como directora con la muy interesante “Mentes que brillan”, del mismo año.

Desde entonces, Foster ha tratado de compaginar su carrera de actriz con la de realizadora. En este último rubro, sus temas preferidos son las relaciones familiares, la desadaptación y cierta búsqueda del sentido de la vida, aunque esas exploraciones íntimas y hogareñas, pauteadas por títulos como “Feriados en familia” (1995) o “La doble vida de Walter” (2011), no anunciaban este vuelco hacia un thriller de visos sociales y políticos con “El maestro del dinero”.

Los inicios del filme son promisorios. Lee Gates (George Clooney) es un ‘showman’ televisivo que comenta los movimientos de Wall Street y aconseja a su audiencia sobre la compra de acciones. De pronto, entre bambalinas, surge un misterioso sujeto (Jack O’Connell), quien, al parecer, decide tomar el set de grabación. Su objetivo: una protesta por haber perdido su dinero. Así, un mal consejo televisivo de Gates estaría relacionado con un oscuro y nunca aclarado fraude bursátil.

La propuesta podría ser original si es que no existieran películas como “Tarde de perros” (1975) o “Network” (1976), ambas de Sidney Lumet. Los nexos son claros con las obras maestras lumetianas: la tentativa criminal que pone a los medios de comunicación en el centro de la crisis, el cuestionamiento del sistema democrático norteamericano a partir de la corrupción generalizada de las instituciones y, sobre todo, la puesta en evidencia de la situación desesperada del ciudadano promedio.

Con constantes alusiones a audiencias hiperconectadas, los grotescos espectáculos de codicia o el desvergonzado desenfreno por el dinero, el filme pretende poner al día las épicas jornadas de antaño protagonizadas por Al Pacino, John Cazale o William Holden. Se aprovecha la teatralidad del set televisivo, así como la frialdad y cinismo del ambiente relacionado con las finanzas. Allí se multiplican los planos o se permutan a discreción, combinando las acciones de Gates con la tensión en la cabina de producción liderada por Patty Fenn (Julia Roberts).

Mayor será, incluso, la posibilidad de afilar los comentarios críticos al sistema, cuando se desate, con altas cuotas de delirio, el secuestro en vivo del ‘showman’ interpretado por Clooney. El problema de este planteamiento, no obstante, radica en el poco interés que Foster dedica al drama humano –ese que, paradójicamente, caracterizaba sus anteriores filmes–. Así, el tono tragicómico se ve reducido a un registro llanamente cómico y, a veces, casi paródico.

Los mejores momentos de “El maestro del dinero” tienen que ver con el set y la cabina de mando del canal, y con la adrenalina que estos elementos generan. Cuando pretende ampliar su visión más allá de ese pequeño espacio, en vistas a una comprensión mundial del capitalismo, el filme naufraga sin remedio. El mismo personaje que interpreta Clooney, antipático e inescrupuloso, se ve desdibujado en medio de una confusa conversión moral. Esperemos que, en el futuro, Foster regrese por la veta íntima y existencial. Esa que, para los que conocemos su talento, no dejamos de extrañar.

MÁS INFORMACIÓN
Directora: Jodie Foster.
Título original: “Money Monster”.
País y año: Estados Unidos, 2016.
Género: thriller.
Elenco: George Clooney, Julia Roberts, Jacko’Connell, Dominic West, Giancarlo Esposito.

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