Expresivos planos estáticos dan forma a la película "Wiñaypacha". Su director Óscar Catacora ( 30 años) nació en Puno.
Expresivos planos estáticos dan forma a la película "Wiñaypacha". Su director Óscar Catacora ( 30 años) nació en Puno.

Primero estaban las ganas de hacer una ambiciosa película ambientada en la revolución indígena de 1780. El director Óscar Catacora, de Ácora (Puno), insistió e insistió. No se pudo. Luego, lo que tocaba era sobreponerse a la frustración y perseverar. Quizá convenía virar sus intenciones creativas. Girar hacia una propuesta más concentrada; hacia una fascinante austeridad que puede potenciar la expresividad. Así lo hizo. El resultado es "Wiñaypacha", una cinta íntegramente hablada en aimara y que es parte de la programación del Festival de Cine de Lima.

En esta ópera prima de Catacora (30 años), una pareja de ancianos de más de 80 años vive abandonada en un lugar remoto de los Andes del Perú, a más de cinco mil metros de altura. Ellos le ruegan a los dioses para que su único hijo regrese a rescatarlos.

Armoniosos planos estáticos destacan en "Wiñaypacha". Catacora afirma a El Comercio que, en un principio, "tal elección no era tan clara", hasta que la estética cayó por su propio peso: había que evidenciar el paso del tiempo, acentuar la sensación de espera y contemplar la convivencia entre el hombre, la naturaleza y la vastedad paisajística. Así, el estatismo con sentido de la cámara y una puesta en escena minimalista se impusieron.

Mira el tráiler de la película:

—Vínculo con Oriente—
Catacora señala que la poética del aimara tiene en su ritmo y pronunciación dos puntos remarcables. Y sugiere, además, que nos fijemos en su cosmovisión que alude al respeto a la madre tierra (que envuelve a todo el contexto de los seres vivos) y al nexo entre el ser humano y la naturaleza.

Catacora es de esos directores que intentan hacerle justicia a su cinefilia en la depuración de un lenguaje propio. Él menciona con entusiasmo a maestros del cine japonés como Yasujiro Ozu, Kenji Mizoguchi o Akira Kurosawa. Cuando vio sus obras, un detalle lo cautivó: las similitudes entre sus visiones y la cultura aimara. Ahí estaban el respeto a la naturaleza, una noción cíclica de la vida o un sentido circular del tiempo (todo regresa).

La filmografía de Ozu, además, cobija algo indescifrable, como si el transcurso de la vida tuviera un aspecto absurdo, incomprensible e irremediablemente vacío. El cine que proponía Ozu era austero, brillante e inquietante. Conviene ver "Wiñaypacha" para descubrir si Catacora se dirige hacia una dirección parecida.

MÁS INFORMACIÓN
​"Wiñaypacha" en el Festival de Cine de Lima
Fecha y hora: jueves 10 de agosto, 4:45 p.m.
Lugar: Sala Roja del CCPUCP (Av. Camino Real 1075, San Isidro).

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