"Salvinia" (2018) de Renata Orbe, uno de los cortometrajes que estarán disponibles en Sala Violeta.
"Salvinia" (2018) de Renata Orbe, uno de los cortometrajes que estarán disponibles en Sala Violeta.

Si de por sí los largometrajes peruanos tienen una limitada capacidad de difusión, los cortometrajes la tienen más difícil. Y si hablamos de cortometrajes peruanos hechos por mujeres, la ecuación se complica aún más. Hablamos de una doble o triple traba que aspira a ser, si no resuelta, por lo menos morigerada con una plataforma virtual de exposición de estos trabajos.

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El proyecto se llama Sala Violeta –por el color representativo del feminismo– y su gestora principal es la productora Carolina Denegri. El espacio servirá como una plataforma para exhibir cortos peruanos realizados por mujeres y disidencias. Se lanzará oficialmente el 20 de agosto, tendrá acceso gratuito, y podrá verse en todo el Perú. Una alternativa estupenda para conocer mejor la cada vez mayor producción local que en los circuitos tradicional casi no tiene cabida.

¿Por qué cortometrajes? Porque hay pocos espacios para su difusión. Los largos tienen mucha más visibilidad, cuentan con un estreno, pueden llegar a salas comerciales, y son un relato que se sostiene por su duración. El circuito del cortometraje en cambio es bien ‘underground’”, sostiene la antropóloga visual y comunicadora Karen Bernedo, una de las encargadas de la curaduría de la primera entrega, junto a Ivonne Sheen, Lady Vinces y Héctor Gálvez.

Y en efecto, ese es otro de los atributos especiales de Sala Violeta: su curaduría. “Eso es algo que no suele haber en las plataformas virtuales. Por eso esto no es un simple repositorio, porque hay una mirada curatorial detrás, detalla Bernedo.

“La mamá quiere ser abuela” (2018) de Nadir Cárdenas, uno de los cortometrajes que estarán disponibles en Sala Violeta.
“La mamá quiere ser abuela” (2018) de Nadir Cárdenas, uno de los cortometrajes que estarán disponibles en Sala Violeta.

RECLAMO Y REINVINDICACIÓN

El lanzamiento oficial de Sal Violeta llega con una primera serie titulada Rollo I (Auto) Retratos de familia. Se trata de un conjunto de siete cortometrajes en los que el tema íntimo y autorreferencial sirve para abordar diversas temáticas con diferentes tonos y estilos.

Es interesante porque al principio arrancamos con la premisa de agrupar cortos que hablaran del bicentenario –explica Bernedo–. Pero no encontramos material, no iba por allí el tema. Así que decidimos hacer el camino inverso: mapear los trabajos de mujeres y disidentes para saber de qué estaban hablando. Y nos dimos cuenta de que había una mirada muy fuerte a la familiar, al autorretrato. Siempre para hablar de temas más amplios como la maternidad, la migración, lo intergeneracional, etc.”.

Y aunque en los últimos años la aparición de mujeres directoras de películas en el Perú ha sido mayor que nunca antes, un repaso a nuestra historia fílmica confirma que han sido relegadas. Para demostrarlo, Bernedo hace referencia a , que se puede visitar por estos días en el CCPUCP.

Ella hace un recopilación de todas las mujeres que participaron en producciones cinematográficas a lo largo de un siglo y el número es mucho menor al de los hombres. Eso tiene que ver con una postergación histórica. Las mujeres recién podemos ir a la universidad en 1908, por ejemplo. Y si te das cuenta de que San Marcos existe desde 1551, los hombres nos llevan cuatro siglos de ventaja en la profesionalización”, destaca la curadora.

Además es interesante ver dónde están ubicadas muchas de las mujeres en el campo del cine –agrega Bernedo–. Muchas se encargan de la dirección de arte o de la producción. Y una se pregunta por qué no están en la dirección. Pues porque no están a la cabeza. Están en la parte de abajo de la pirámide. Hay menos directoras, pero más mujeres sosteniendo la cadena de producción. Creo que allí hay una deuda pendiente”.

Sepa más…
Una plataforma diferente

Sala Violeta estará disponible al público a partir del 20 de agosto. 

La primera entrega reunirá los cortos “Edificio Central” (2014) de Diana Daf Collazos, “La Cuadrilla Herrada” (2017) de Valentina Herrada, “Salvinia” (2018) de Renata Orbe, “La mamá quiere ser abuela” (2018) de Nadir Cárdenas, “Latente” (2019) de Jahaira J. Daga Acevedo, “Soy Eterno” (2014) de Sofía Velázquez, y “Aya” (2016) de Francesa Cánepa. 

Todos los cortometrajes que forman parte de Sala Violeta cuentan con subtítulos enriquecidos para personas con discapacidad auditiva (SPS).




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