Vitali Sediuk, el reportero rumano que en mayo del 2012 hizo noticia al intentar robarle un beso a Will Smith, tuvo un infausto retorno en la más reciente edición de los Premios Grammy.

La noche de la ceremonia, la entrega del trofeo a la cantante Adele por la categoría de Mejor performance de pop se vio empañada por la interrupción de un hombre que subió sorpresivamente al escenario para recoger el premio en nombre de la inglesa. Horas más tarde se supo que este hombre era Vitali Sediuk.

Según informó el Daily Mail, el rumano logró pasar las medidas de seguridad y sentarse en una ubicación reservada para Adam Levine de Maroon 5.

Al subir al estrado e intentar robar el trofeo de Adele, una rápida Jennifer López lo ahuyentó con una mirada furibunda y un gesto con las manos.

La broma, que logró pasar casi inadvertida para el público televidente, le costó caro a Sediuk, quien debió pasar una noche entera en la cárcel.