El actor Junior Béjar Roca y el director Álvaro Delgado Aparicio durante el rodaje de “Retablo”.
El actor Junior Béjar Roca y el director Álvaro Delgado Aparicio durante el rodaje de “Retablo”.
Patricia Castañeda Alva

El primer largometraje de Álvaro Delgado-Aparicio, “Retablo”, ha recibido una nueva distinción. Esta vez, esta cinta que ya ha ganado más de 35 premios alrededor del mundo, ha sido nominada a los premios Bafta en la categoría de Debut Destacado de un Guionista, Director o Productor Británico.

“Retablo”, cinta hablada totalmente en quechua y protagonizada por Magaly Solier, Amiel Cayo y Junior Béjar, narra la historia entrañable de una familia, vista desde la óptica de un joven entrenado por su padre para continuar el arte del retablo ayacuchano. Un día, este adolescente se enterará de un secreto que lleva a cuestas su padre, y su mundo se le vendrá abajo.

Conversamos vía telefónica con Álvaro Delgado Aparicio luego de ser nominado a los premios Bafta en la categoría Outstanding Debut by a British Writer, Director Or Producer, el cual reconoce la ópera prima de un cineasta, guionista o productor británico. El director se encuentra en Los Ángeles proyectando su película en los Independent Spirit Awards, premiación a la que también está nominado.

¿Cómo te enteraste de la nominación de “Retablo” a los premios Bafta?

Me pasaron la voz a las dos de la mañana que ya habían salido las nominaciones, justo me estaba yendo a dormir. Estoy feliz, contento, orgulloso. Empecé a llamar a todo el equipo para contarles. Estamos sorprendidos y contentos, con mucha humildad.

Al tener doble nacionalidad, peruana y británica, ¿te imaginaste que quizás podrías estar nominado a la categoría de ópera prima británica de los Bafta?

Sí, bueno todo esto empezó hace como un mes y medio, que salieron las nominaciones al Independent Spirit Awards, en donde estamos compitiendo como Mejor Película Extranjera, junto a “Paradise Hills”, “Invisible Life”, entre otras cintas. Ya esa nominación para nosotros era increíble. No sabíamos cómo se aplicaba. Solo nos nominaron. Estábamos sorprendidos. A los días salió la ‘short list’ de los premios Bafta. Estábamos entre los 10, pero tampoco lo imaginábamos. Justo ayer escogieron a las cinco de estos Oscar británicos, y que nos hayan escogido es increíble.

Tu formación universitaria fue en psicología, no en dirección de cine. ¿Cómo ha sido tu experiencia al dirigir y escribir para esta película?

Yo estudié Psicología Organizacional. Desde muy joven escribo guiones. Antes de esta película dirigí y escribí un corto. De ahí escribí otro corto que se llama “El acompañante”, y se estrenó en Festival de Cine de Sundance. Después de eso me invitaron para ingresar al laboratorio de directores de Sundance. Y ahí es dónde nace “Retablo”.

El guion de “Retablo” que entregaste al ingresar a los laboratorios de directores no fue el mismo que pudimos ver en la película.

Sí, tenía un guion original que trataba de otra cosa. Lo único que tenía en común era el nombre. Tenía el nombre “Retablo” en el título, y que iba a ser rodada en los Andes. Tenía otra historia, otros protagonistas, otro drama. Recuerdo que después de pasar por el laboratorio de guionistas, de mis 120 páginas me quedé con un párrafo. Y a ese párrafo le empecé a dar vueltas. Salí más confundido que confiado. Luego empecé a explorar otras cosas y me crucé con Héctor Gálvez, e hicimos la historia de lo que ahora es “Retablo”.

¿Por qué tu opera prima fue en quechua, idioma que no hablas?

La película siempre la íbamos hacer en español. Un par de meses antes del rodaje, Magaly (Solier) me decía por qué no la hacemos en quechua. Era algo que siempre me daba vueltas en la cabeza hasta que un día estamos trabajando en los ensayos con los actores y les dije: ‘hagamos esta escena en quechua’; y algo mágico ocurrió porque la lengua materna de mis tres protagonistas es el quechua. Y algo interesante también pasaba para Junior, porque era su primera película, su primera vez ante cámaras, en un espacio extraño para él, por eso algo que lo acerca a su propia naturalidad era su idioma. Eso también me pareció interesante. Se lo propusimos a la producción y nos dijeron que estábamos locos, que cómo mi opera prima iba a ser dirigida en quechua, no entiendes (el idioma). Entonces, hicimos unas ciertas pasadas en español y en quechua para convencerlos de que esa era la forma en la que teníamos que ir, y a todo el mundo le encantó.

Nos conseguimos dos intérpretes que venían con nosotros, y un traductor que estaba en todas las tomas y en el proceso creativo. Y así poco a poco nos metimos a este lenguaje, que hoy día, creo que fue la mejor decisión que hemos tomado. Cuando la ves en China, o en Holanda, o en Alemania, o en Bolivia, lo entiendes porque el lenguaje cinematográfico va más allá que el idioma. La gente se conecta con los personajes y es increíble. Lo que te da el idioma es que te acerca a una naturalidad, una esencia que si no fuera su idioma materno no te acercaría tanto. El mensaje de la película es el conflicto de la modernidad y de la tradición, por eso era importante mantener el idioma.

La película contaba con la actuación de Amiel Cayo, Junior Béjar Roca y la reconocida actriz Magaly Solier. (Foto: Difusión)
La película contaba con la actuación de Amiel Cayo, Junior Béjar Roca y la reconocida actriz Magaly Solier. (Foto: Difusión)

¿Cómo fue la experiencia de dirigir en quechua?

Lo que hacíamos era primero ensayar en español, y luego un intérprete lo traducía. Y lo verificábamos con otro intérprete para asegurarnos que lo que decía esté correcto. Y cuando terminábamos una toma, yo le preguntaba al intérprete si se olvidaron de algo o si agregaron algo, y muchas veces los actores traían cosas que no estaban en el guion y estaban mejor de lo que habíamos escrito.

Al ver la película es muy fácil lograr empatía con los tres personajes principales. ¿Has usado tus conocimientos en psicología para generar este nexo entre el público y los actores?

Haber estudiado Psicología te ayuda un montón. No solo a trabajar con tus actores para que encuentren formas, espacios y procesos para que ellos puedan encarnar a sus personajes, y que se apropien de sus personajes. Finalmente, el rol de un director no es decirles qué hacer, sino ayudarles a encontrar qué deben hacer; y que ellos se vayan a apropiando poco a poco de sus personajes. También te ayuda a trabajar con tantos equipos de tantas disciplinas, áreas, en situaciones extremas, como alinear a todos para sacar juntos el proyecto que tenemos, tolerarnos nosotros mismos para crear algo increíble. Todos los que trabajamos estamos enamorados de la historia, ese es el megaingrediente que nos hizo empujar el coche hasta el final.

Después de estas dos grandes nominaciones que ha tenido, lo único que esperamos es que se reestrene. Pero que no solo en Lima sino en todo el país.

En Ayacucho, lugar dónde fue filmada y tiene origen la idea de la historia, aún no ha sido proyectada.

Hasta hace dos meses no había cine en Ayacucho, íbamos a ir a estrenarla en diciembre, pero con las nominaciones yo he estado más aquí, en Los Ángeles, que en Lima, promoviendo la película. Pero una vez que todo esto termine, iremos allá a proyectarla, como se merece.


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